Casona Bulnes y la búsqueda del arraigo cultural popular de Osorno
En Casona Bulnes hay tantas ideas, sino más, que se mueven de espacio en espacio, como metros cuadrados existen de superficie utilizable. La inmensa casona está ubicada en calle Bulnes justo donde intersecta en su vereda norponiente con calle Bilbao, en pleno centro de Osorno. Y desde hace poco más de un mes se hizo notar como un nuevo lugar para que agentes culturales, artistas y emprendedores locales convivan.
Jorge Catrilef (30) es quien coordina las actividades y labores al interior de Casona Bulnes. Es impulsor del espacio que arrienda y mantiene, y al que llegó a trabajar para refaccionarlo. El lugar lo fascinó y comenzó a ordenar sus ideas. Algo había que hacer en ese lugar con tan grande potencial. Así comenzó a instalar su taller de carpintería llamado Apellinado y a compartir con el ‘Estudio de Artes y Fotografía Jahnissi Art’. A ellos se suman los estudios de tatuaje 21 Gramos y Atenea y los de grabación de Pantano Records y de Dj Freak.
«Tenemos proyecciones de colaborar con chicos que hacen sublimaciones, serigrafía. A medida que la gente nos va conociendo, nos trae propuestas. Acá queremos ayudarles a todos porque nosotros también nos vemos beneficiados con que ellos vengan y usen nuestro espacio. Esa es la verdad», cuenta a El Sureño.
Espacio en construcción
Y la invitación que hace Jorge Catrilef tiene que ver con que este proyecto está, aún, viviendo su génesis. Hasta ahora han realizado tres eventos en la azotea de la casona. Primero inauguraron el espacio con el evento Dale Kolor. Allí pintaron, en conjunto a voluntarias y voluntarios que donaron materiales, los murales de la azotea para darle vida a Casona Bulnes.
En tanto, el pasado 21 de junio se celebró el solsticio de invierno en el lugar. Artistas realizaron shows, diferentes personas bailaron y compartieron, mientras comían y bebían para festejar. Por otro lado, el último fin de semana se realizó el ‘Mercadito de Artes y Oficios’, una especie de feria de emprendedores.
«Casona Bulnes en este momento es un espacio en construcción con un objetivo claro de ser un espacio cultural, artístico y comercial. O sea queremos abarcar así desde emprendedores, artistas y brindarlo como un espacio con el concepto de popular. Queremos que este tipo de actividades puedan llegar a toda la gente. Que no solamente estén segmentadas a un grupo, o a un sector, donde son todos similares. Queremos ampliar eso y ejercer nosotros un cambio real en la sociedad», define Catrilef.
Hay ciertos lineamientos que tienen quienes habitan la casa, agrega. «El autosustento, la economía circular, que son los parámetros actuales del buen vivir, yo creo. Es lo que está demandando la gente, porque esto viene a resolver sus demandas, la gente quiere esparcimiento. Le estamos dando un sello y una identidad que es la de Casona Bulnes. La estamos trabajando en conjunto con las demás personas, aunando criterios para saber quiénes somos y para dónde vamos», explica.
Presente y futuro
Uno de los sueños por los que está trabajando Jorge en el lugar, es el de constituir una Cooperativa de Abastecimiento. Ya está definida cuál de las piezas disponibles será el lugar para aquello. Por ahora, cuenta, está ultimando detalles con comerciantes productores minoristas que podrían ofrecer sus productos allí.
Pero, es solo una de las actividades en la que está trabajando junto a sus más estrechos colaboradores y colaboradoras. «Se proyectan una infinidad de actividades más, o sea, en todos los ámbitos de la palabra. Conformamos un equipo audiovisual, estamos trabajando en la cooperativa de abastecimiento, el área artística y cultural. Estamos trabajando codo a codo con nuestros emprendedores para hacer cambios, por ejemplo, en sus productos, para que los saquen sin plástico», adelanta.
Además, según afirma el coordinador de Casona Bulnes, «hay otro equipo social detrás que está reconstruyendo la historia de esta casona que fue construida en 1927. Y ese proyecto está un poquito más lento, pero se está haciendo el trabajo investigativo igual detrás. O sea, queremos abarcar la cultura, la historia y el arte en su más amplio espectro». Es un trabajo a largo plazo.
«Es colaborativo el espacio. La idea es que vengan todos y de lo dicho a lo hecho, llevarlo al ejercicio, a la práctica. Que no queden solamente en construir un mundo bonito, porque pasa harto que todos tenemos ganas de que ocurran estas cosas, pero ¿cuántos en verdad trabajamos para que pasen estas cosas?. Es súper importante que estén ocurriendo estas cosas en Osorno», manifiesta Catrilef.
Forjando su identidad
Según relata en la entrevista que realizamos en la cocina de la Casona Bulnes, después de recorrerla por completo, Jorge se esmera en que se forje esa esencia que tanto busca. «Queremos generar más canales de donde generar ingresos para estos emprendedores que se esfuerzan harto en hacer sus productos. Quienquiera puede venir acá y emprender con nosotros. Tienen que cumplir algunos parámetros, como ser productores de su producto. Pero básicamente, quien quiera venir, por último le ayudamos a moldear su presentación, ojalá sin plástico y cosas así», afirma.
También, dice, están llevando a cabo capacitaciones internas para las y los emprendedores que se sumen al proyecto. «Tenemos, por ejemplo, una persona que va a hacer una capacitación en marketing, para que la gente comprenda un poquito cómo vender más y mejor, cómo mejorar tu marca. Eso es gratis, eso simplemente es autogestión. Vamos a proporcionar más tipos de capacitaciones, en la medida en que se nos sume más gente y que tenga ganas de hacerlo por la comunidad», apunta Catrilef.
Sobre la gran cantidad de proyectos culturales que se están ejecutando actualmente en Osorno, Jorge tiene una opinión. «Es una ciudad que es muy bonita, se le puede sacar mucho provecho, pero siempre ha sido conocida por ser una ciudad conservadora. Entonces aquí ya yo creo que el conservadurismo está quedando un poco de lado, aunque no lo refleje en las urnas, pero en la calle hay mucho arte. Poblarte está llevando conciertos a la población, o los chiquillos de Puerta Roja y Kabal. A la gente le gusta el arte, le gusta la cultura. Queremos generar acá un espacio donde se encuentren personas, fluyan las ideas y ser parte de eso, ser los anfitriones», esgrime como una declaración de principios.