Subsecretaria de la Mujer Luz Vidal: «las mujeres organizadas son las que vienen dando la lucha, nosotras no llegamos a inventar la rueda»
Luz Vidal Huiriqueo (49), subsecretaria de la Mujer y Equidad de Género, llegó a la región de Los Lagos este miércoles para participar en una serie de actividades. Estuvo en la firma de convenio entre SENCE y las seremías de Mujer y Trabajo por la promoción de la autonomía económica de mujeres víctimas de violencia. También visitó al Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular, ANECAP, en Osorno. Luz Vidal fue dirigenta nacional de estas trabajadoras antes de ingresar al gobierno.
También participó de dos Trawun (conversatorios) de mujeres mapuche para la construcción de lineamientos de género en el Plan Buen Vivir. Uno realizado en Puerto Montt y el otro en Castro este viernes. Entre esta nutrida agenda de actividades se dio un tiempo para conversar con El Sureño acerca de diversas temáticas de género en el territorio y a nivel nacional.
«Nos ha mandatado el presidente estar en los territorios. Hacer una descentralización también de las políticas públicas con mucha escucha, pero también desde la necesidad que el territorio plantea. Y en función de esto, nosotros estamos trabajando ya desde el año pasado en el Plan Buen Vivir. Hemos levantado trawun de mujeres donde ellas plantean los requerimientos. Son espacios seguros que se trabajan para que ellas puedan expresarse libremente sobre cómo ven la realidad regional en distintos ámbitos», explica.
Plan Buen Vivir
El Plan Buen Vivir (PBV) es una iniciativa presidencial para articular esfuerzos y respuestas diseñadas desde el Estado para enfrentar el conflicto intercultural entre las regiones de Biobío y Los Lagos. «Por ejemplo, en educación, en vivienda, en seguridad, en violencia regional. Todos esos ámbitos los trabajamos en espacios seguros para que las mujeres puedan manifestar lo que necesitan desde el Estado. Tenemos que abordarlo con esa pertinencia territorial», manifiesta.
En ese sentido, la ruralidad adquiere una perspectiva fundamental a la hora de generar políticas públicas. «Muchas veces hay falta de presencia del Estado en ese espacio, dificultad para que las mujeres que tienen emprendimiento puedan comercializar. A través del Plan Buen Vivir hay una importante destinación de recursos para el desarrollo regional con una pertinencia de género. Cuando se construye una carretera y se construye una garita en esa carretera, esa garita tiene que tener iluminación. Tenemos que hacer el trabajo articulado con el MOP, con Transportes, etc», plantea Luz Vidal.
Y agrega algunos detalles ejemplificadores. «Una garita en un sector rural apartado, muchas veces, puede ser también un espacio que las mujeres se van a cobijar de la lluvia. Pero también puede ser ese espacio que el Estado ha construido, uno de inseguridad para la mujer, porque son espacios aislados. Allí, una mujer puede ser, por ejemplo, arrinconada y vulnerada en sus derechos», dice la subsecretaria.
Política transversal
Respecto de la injerencia del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género en las políticas públicas, Luz Vidal remarca el concepto de Transversalidad. Los Trawun buscan abarcar todas las áreas posibles, sumando interculturalidad. «¿Cuáles son los requerimientos que las mujeres indígenas requieren como vivienda? No es la misma vivienda que necesitan muchas veces otras mujeres. Por su perspectiva cultural, las orientaciones o las formas de instalación de la vivienda tienen que tener un sentido especial», indica.
Y añade que «cuando trabajamos en educación, hay una perspectiva cultural que se debe respetar. Cuando trabajamos la temática de medicina ancestral, también tiene que estar abordada en Salud. Respetar, por ejemplo, a las mujeres que acceden a un control de natalidad distinto. O los chequeos rutinarios de vida sexual. Ellas van a tener que tener un resguardo, porque es una forma de ver y entender el cuerpo distinta. Y los funcionarios de salud deben tener ese respeto. Lo que nosotras hacemos, y que para la ciudadanía parece desconocido, es la transversalización de género con perspectiva cultural y territorial».
«Hay dos actores muy relevantes que están tomando esta responsabilidad, que es el Ministerio de Agricultura. El año pasado destinó fondos para que las mujeres que están haciendo emprendimientos tengan recursos específicamente para ellas en el área de riesgo. Hoy día el Ministerio de Transporte se está haciendo cargo de una de las vulneraciones que viven las mujeres cuando son acosadas. Hay, hoy día, distintos organismos del Estado que se están haciendo de cargo de la responsabilidad que les cabe», apunta Luz Vidal .
Violencia contra la mujer
El pasado mes de agosto, diversas organizaciones feministas lanzaron la campaña anual en contra de la Violencia Hacia las Mujeres. El Día Internacional de la Violencia Contra las Mujeres se conmemora cada 25 de noviembre y hasta esa fecha se extenderán las actividades. Desde el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género están trabajando en acciones que siguen esa línea. El convenio firmado entre SENCE, Trabajo y Previsión Social y Mujer y Equidad de Género es una de ellas.
«Estamos trabajando en esta visita en cómo podemos dar respuesta a las mujeres que están viviendo violencia. Se firmó un protocolo de acuerdo para poder capacitar a las mujeres que han sufrido violencia. También incorporamos en este protocolo, en este actuar de políticas públicas, al mundo privado. Hubo un encuentro con al menos siete empresas regionales que se comprometieron, una vez que las mujeres violentadas reciban capacitación, abrir sus puertas para ellas. Para que las mujeres puedan insertarse y generar la tan anhelada autonomía económica y romper el círculo de la violencia», expone.
«Hemos instado a que distintos actores del Estado de Chile puedan ser responsables de esto, pero hay actores que se han lavado las manos. Tenemos una Ley Marco, que lleva seis años, ya casi siete, en el Congreso. No hay urgencia muchas veces para poder avanzar en eso ni disposición de algunos parlamentarios. Hoy día, a través de la transversalización, como sociedad, todos debemos hacernos responsables de las violencias y faltas de respuestas del Estado que viven las mujeres. Debemos poder recuperar los puestos laborales que las mujeres perdieron en pandemia, donde se retrocedió diez años», señala la autoridad.
«A todas les puede pasar»
Para combatir la falta de empatía que existe en algunos sectores políticos y sociales, y en gran medida en hombres, Luz Vidal cree que hay un a tarea pendiente. «La violencia las mujeres la viven en los estratos altos, en los medios y bajos. Las mujeres que trabajan, las que estudian. Todos y todas tenemos una mujer cercana. Yo creo que cuando se hagan responsables y conscientes de que a la persona que tienen cerca también le puede pasar, ahí vamos a destrabar esto», asegura.
Luz Vidal comenta que en sus actividades «hablaba con empresarios y yo les decía, ¿ustedes creen que las mujeres desde el mundo profesional, las mujeres empresarias, no viven la violencia? ¿No viven trabas para poder desarrollarse plenamente? También las viven, solo que tienen otros mecanismos para poder resolverlo. Muchas veces los sectores que no quieren avanzar en la debida diligencia para solucionar estas problemáticas es porque creen que a ellos no les va a pasar. Ponen trabas pensando en que ellos están libres de esa violencia y precarización que las mujeres tienen. La desigualdad de sueldos le ocurre a todas las mujeres. A una gerenta, a una obrera, a una operaria».
Cuidar es un trabajo
En julio pasado, el gobierno ingresó un proyecto de ley que incorpora el derecho a jornadas híbridas para las y los trabajadores que desempeñan labores de cuidado. El requisito es que esas labores no sean remuneradas y referidas al cuidado personal de un niño o niña menor de doce años. También para quienes tengan a su cargo el cuidado de una persona en situación de dependencia severa o moderada. La idea es alivianar la carga de cuidadores y cuidadoras. La inmensa mayoría de personas que realizan esas labores son mujeres.
«Las mujeres no traen un ADN específico para hacer el cuidado. Ese cuidado, sobre todo de los niños o de personas mayores, debería estar distribuido en igualdad de condiciones entre hombres y mujeres. Hoy día no es así. Y las mujeres cuando salen del mercado laboral, ellas van a sufrir el día de mañana esas repercusiones de salir», argumenta la subsecretaria.
«Una mujer que hace cuidado en el entorno familiar hace exactamente lo que hace una trabajadora de casa particular, pero la diferencia está en la remuneración. Ellas limpian, planchan, cuidan, se preocupan de sustentar la vida, pero nadie les paga ni les da las gracias. En el contexto de la reforma previsional, aun cuando la jubilación es precaria para las trabajadoras de casa particular, las mujeres a las que nadie les pagó, no tienen derecho. El Estado de Chile se ha desarrollado sobre los hombros de esas mujeres, que aportan al desarrollo del país, pero que nadie retribuye a ese trabajo y que es invisibilizado», asevera Vidal.
Mujeres organizadas
Desde que asumió el gobierno y sus nuevas autoridades, el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género se encarga de la actualización del cuarto Plan de Igualdad 2018-2030. «Ese trabajo no lo hizo el Ministerio de la Mujer con sus profesionales. Ese trabajo se hizo con las organizaciones de la sociedad civil. Fueron ellas las que plantearon esto es lo que hay que actualizar, esto es lo que hay que trabajar. Las funcionarias del Ministerio sistematizaron eso», narra Luz Vidal. El trabajo con dichas organizaciones es fundamental, cuenta.
Son ellas, dice, las que sabrán exigir y defender los derechos ganados, «cuando algún actor político o social que pretenda, como se dijo un día, que es necesario sacarlo (el Ministerio de la Mujer). Las luchas que han dado muchas mujeres históricas. Esta tarea no viene de ahora. Nosotras no llegamos a inventar la rueda. Todas las políticas que hoy día seguimos empujando las vienen realizando hace muchísimos años atrás. Cuando se ganó el derecho a votar, el derecho a estudiar. Desde allí nosotras traemos esta lucha. No la trajimos nosotras, no la inventamos. Por eso es que las políticas de género hoy día son y las trabajamos como políticas de Estado».
Por eso rescata y valora el trabajo articulado entre la institucionalidad y las mujeres organizadas. «Es lo que nos da fruto. Yo creo que debemos hoy día volver a generar confianza en el que está al lado. Muchas veces cuesta, hoy día estamos viendo una sociedad cada vez más polarizada. Debemos volver a generar esos lazos. La invitación es a que nos articulemos nuevamente. Somos una sociedad, no sigamos con este individualismo donde yo me rasco con mis propias uñas. Sociedad significa preocuparse por el otro. Hoy día como gobierno nos preocupamos de la gente que más necesita la presencia del Estado», sentencia.
Tejiendo Memoria
La subsecretaria también se refirió al sentido que le da su cartera a la conmemoración por los 50 años del golpe cívico-militar. Destaca el trabajo que hicieron las mujeres familiares de Detenidos Desaparecidos. «Fueron las primeras capaces de, organizadamente, comenzar a hacer la búsqueda, a levantar. No descansaron en la búsqueda de los detenidos que eran sus esposos, que eran sus hijos. Si bien es cierto que hubo mujeres detenidas, la gran mayoría fueron hombres. Fueron torturadas las mujeres de una forma muy sádica. La historia nos muestra de cómo se ensañaron con ellas, horroriza leerlo», sostiene.
El discurso negacionista de personeros de la derecha política hacen más necesario aún el ejercicio de memoria histórica. Es por eso que desde el Ministerio lanzaron el proyecto Tejiendo Memoria, un archivo digital de relatos de mujeres y diversidades durante el golpe y la dictadura. «Están las mujeres vivas, que perdieron a sus familiares que incansablemente buscaron, golpearon puerta por saber dónde estaban. Hoy día seguimos tratando de que esas mujeres, principalmente, puedan encontrar respuesta. Instamos a la ciudadanía a que, si hay documentación, si hay fotografía, la pueda compartir. Que los que vienen el día de mañana puedan conocer esta verdad», dice.
«Yo vengo desde el sector de trabajadoras de casa particular y hay relatos impresionantes de cómo mujeres que parecían invisibles lograron dar cabida y cobija a personas que iban a ser torturadas. El Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular, escondió a personas que estaban siendo perseguidas. Esos relatos no se pueden perder, esos relatos no pueden irse con las personas. Tenemos distintas compañeras trabajadoras de casa particular que resguardaron documentación para que pudiera perdurar la memoria», concluye.