El grito de Newen sigue haciendo ruido: quince años de hardcore
Hay algunos datos que no están tan claros sobre cómo se originó la banda. Lo que sí es cierto es que hay un punto en común en el que Sebastián ‘Negro’ Lagos (29) y Sebastián ‘Alfi’ Soto (31) se conocieron. Ambos son los miembros fundadores de Newen Hardcore que siguen en el grupo. Eso sí, Soto tuvo un paréntesis fuera de la banda que duró cerca de un lustro. Newen Hardcore nació de la idea de un conocido de ambos que quería, simplemente, armar un grupo musical.
«En el 2008, puede ser, conocí a un hueón en un carrete; Ripeti. Él quería hacer una banda y ahí empezamos. Nos juntábamos con otro amigo, Andrés, y no sabíamos quién iba a cantar o qué íbamos a tocar. Ripeti quería hacer algo como Sin Dios, en esa andaba. Y hasta que un día apareció con Negro, me dijo, oye, ¿no te importa? este hueón grita más. Algo así me dijo y yo le dije ‘me da lo mismo, juguemos’. Ahí conocí al Negro», revela Alfi a El Sureño.
En aquella época, Alfi era el baterista de la banda. Tras pasar algunos años fuera (2017-2021), regresó como guitarrista. Y es que el anterior, Matías Jara, dejó la banda tras varios años. Actualmente, Newen lo conforman, además de Negro y Alfi, Rodrigo ‘Roño’ Tripayan (28, batería) y Héctor ‘Tito’ Albornoz (31, bajo). Nos juntamos a conversar en medio de un ensayo para un show acústico que ya tuvieron en el Antro’s Rock Bar. La pizza y la pilsen amenizó la charla en un caluroso atardecer con Newen, pilares del hardcore en la ciudad.
Ensayo y error
Tras esos primeros acercamientos en 2008, el año siguiente fue el de comenzar a armar la banda. Newen y su hardcore hacía resonar la sala de ensayo del extinto local de instrumentos musicales Todocuerdas. En pleno centro de Osorno se gestaba la historia que hasta ahora, lleva quince años retumbando las calles de la ciudad. «Conocí a Alfi y a Andrés en el mismo primer ensayo. Siempre con la idea media subversiva. Ripeti quería hacer hueás como Sin Dios, le gustaba Ska-P. Coincidíamos en algunas bandas como Machuca, Sex Pistols», recuerda Negro.
Decidieron versionar el clásico de los londinenses ‘Anarchy in the UK’, pero en español como primera tarea del grupo. Lo recuerda Negro entre risas, «duramos como dos ensayos. Eran como los pilotos, así partió. Y de ahí tocar, ensayar, cambios de integrantes. Ripeti arrugó en el debut y tuve que tocar bajo, ni sabía tocar». Anécdotas como esa son varias. Ya en la segunda tocata, en Entre Lagos, tuvieron a su fundador arriba del escenario, pero sería de las últimas veces. Luego llegó Matías Jara con Ripeti ya fuera. Jara sigue siendo amigo de la banda. De hecho, participó en la grabación de algunos coros del material que preparan para lanzar próximamente.
Así pasaron 2009 y 2010, pero al año siguiente, el del movimiento estudiantil y el movimiento contra HidroAysén, la banda ya tomó forma. «Conocí a Tito en el 2×1, me invitó a una tocata. Me dijo, ‘oye, hueón, va a tocar una banda re buena, se llama Newen, ¿vas a ir?’. Y yo dije, sí, yo creo que sí, yo tocó ahí, hueón. Fue re chistoso. Y estábamos sin bajista, hace harto rato, casi unos nueve meses. Ahí le pregunté si quería tocar y aquí está todavía», cuenta Alfi. En esa época ya habían compuesto sus primeros temas. Tito rememora y agrega que «ahí fue como un cambio de estilo también, más consolidado».
Desorden
Hasta ese momento, confiesan los miembros de la banda, musicalmente hablando «era un desorden. No sabíamos para dónde íbamos, no había coherencia entre las canciones. No había una identidad todavía. Yo siempre tuve canciones y tenía en el Guitar Pro las partituras de las hueás. Como no teníamos bajista, tocaba Negro, y por eso no se podía llevar a cabo la idea real. Una vez que ya llegó Tito se aprendió las canciones y seguimos para adelante», explica Alfi.
El mismo guitarrista, que oficiaba de baterista en esos tiempos, siguió componiendo canciones. Las letras son de exclusiva autoría de Negro. «Siempre me decían, ahora podrías hacer algo más punk, ahora podrías hacer algo más hardcore para Newen. A mí no me gustan las etiquetas, porque siento que te encasillas, te pones un grillete solo. Hice las canciones a mi pinta no más, con influencia de diferentes lados, y que les guste. No era que se tocara lo que yo dijera, caleta de canciones quedaron de lado», agrega el guitarrista.
Justamente, en el mismo lugar que conversamos y que los integrantes de Newen utilizan como sala de ensayo en su versión acústica, surgieron algunas canciones. «Después como que se solidificó más una fórmula creativa, por así decirlo», explica Alfi. Todos, en su conjunto, coinciden en que en esos tiempos no pensaban en el futuro de la banda. «Ahora tampoco pensamos tanto en el futuro como una banda, quizás está mal. Creo que igual en este momento estamos cambiando un poco esa visión», apunta Tito.
Cuerpos sin vida
En 2012 decidieron que debían seleccionar y grabar el material que pudiera caber en un disco. Así fue como nació ‘Cuerpos sin Vida‘, el primer disco de Newen Hardcore. Es un LP con doce tracks que se convirtieron en clásicos de la banda. En ese momento solo Roño no formaba aún parte del grupo. Matías Jara era el guitarrista y Alfi el baterista. «Desde que empezamos a ensayar en mi casa, teníamos las intenciones de grabar lo que nos gustaba. Grabábamos en mi casa totalmente», cuenta Alfi. Tito, Negro y Alfi recuerdan que utilizaban los micrófonos de un computador. La guitarra iba conectada casi directamente al PC y las baterías las hicieron en MIDI.
Luego conocieron a otra banda de la Unión: Konvulzión, quienes hicieron un sello musical llamado ‘Remache en Punta’. Por allí pasaron varias agrupaciones de la zona como A Media Estaka, Altos del Krimen, Histeria, entre otros. Decidieron, entonces, ir más allá de las grabaciones caseras y definieron hacer el primer disco en los estudios ubicados en San Pablo. Así estuvieron todo el año, prácticamente, hasta el lanzamiento oficial de Cuerpos sin Vida el 1 de enero de 2013.
«Igual era la primera experiencia grabando lo que sea. Y está bueno, quedó re bueno. A mí me gustó por lo menos», dice Alfi. Tito añade que «seguimos igual, en la misma parada, en el sentido de que tratar de siempre hacerlo por nosotros mismos. Por ejemplo, Alfi se compró sus cosas para grabar. Herramientas que antes no había. Pero ahora decidimos hacerlo todos nosotros, Alfi igual hace bien su pega de grabar, es sonidista. Fue la primera experiencia de grabar profesional. Fue pulenta esa aventura».
Seguir creando
Roño, quien se incorporó a la banda en 2017 cuando Alfi se fue a vivir a Santiago, valora el hacer sus propias grabaciones. «Ahora igual es más bacán, porque tienes más libertad y tiempo si se te ocurre alguna idea mientras estás grabando. Por ejemplo con Alfi estuvimos como ocho horas grabando un puro tema en la batería. Porque siempre se nos ocurría algo nuevo. Y este igual es baterista así que estuvimos retroalimentándonos hasta que lo sacamos. Y los cabros igual cuando grabaron los bajos, la guitarra, tuvieron más libertad creativa. Al grabar solos, con tus cosas, no estás pagando», menciona el baterista.
A su juicio, en la actualidad, «estamos buscando y trabajando más lo musical, puliendo el sonido, a diferencia de la otra etapa, la primera. Igual yo creo que estamos más grandes», según Roño. Entre la salida del disco (2013) y la llegada de Rodrigo hubo varios sucesos en la banda, incluyendo una nueva producción. En 2017 lanzaron el EP de cuatro canciones ‘Odio’, hasta ahora es su último trabajo de estudio. Luego se fue Alfi. «Me fui y Negro me dijo ‘oye hueón, ¿te molestas si invitamos a Roño a tocar? Como si yo le fuera a dar color a la hueá. Le dije que toquen, hueón», recuerda. Al tiempo se fue Matías Jara.
«Después un tiempo empezó a tocar guitarra otro amigo, Eduardo (2019-2021) y de ahí volvimos a tocar los tres», explica Tito. Negro ejerció de guitarrista en todo ese periodo, hasta que volvió Alfi. «Igual creo que fue una buena etapa cuando tocamos los tres solos. Lo pasamos bien, hicimos varios temas. Hasta a Santiago fuimos hueón. Salimos harto», dice el bajista. Negro rescata de esa época que era más fácil juntarse a ensayar. «Obviamente el sonido no lo vas a comparar. A mí por lo menos no me gusta, no sé tocar guitarra bien y me gusta explayarme con la hueá», dice Negro. A pesar de eso, compuso algunos temas «algo más punk», revela.
El segundo aire
Roño indica que desde su llegada «habían hartas tocatas y nos dedicábamos a eso. Fuimos a Santiago, salimos harto. Y después al tiempo, cuando ya nos quedamos sin guitarrista y empezó a tocar Negro, ahí empezamos a componer más temas. Negro llegó con más ideas en la guitarra. Igual eran más hardcore-melódicos y sonaba bacán».
Y añade que «sacamos como cuatro temas, que no son los mismos cuatro que tenemos ahora grabados. Después, cuando entró Alfi de nuevo a tocar guitarra, tomó más impulso el tema de grabar. Aparte que ya no hay tantas bandas ni tocatas como antes. Ahí rescatamos los cuatro temas que grabamos ahora. Creo que el sonido volvió a ser como era antes, como en ‘Odio’, más crudo, más directo».
Negro agrega que en Osorno «ha estado lenta la cosa. Salen grupos nuevos, después dejan de tocar, se quedan otros, vuelven otros, después se van. Todo va y viene, los grupos igual. Y ahora igual hacía falta parar un poco y empezar a hacer temas nuevos y grabarlos. Se nota igual que está Roño ahora, en los tarros. Tomó como un segundo aire la banda, una segunda etapa. Nos agarró con harta fuerza la cosa, y han salido ideas, y van a seguir. Hay espontaneidad».
La esperanza no se pierde
No es fácil llevar quince años ininterrumpidos haciendo música, ensayando y tocando. Si a eso le sumas cambios en la formación, es una tarea que pocos pueden concluir. Newen no es sólo hardcore. Cada uno de sus integrantes debe cumplir con sus compromisos laborales, muchas veces alejados del rubro. Aún así, los cuatro miembros de Newen, si pudieran, se dedicarían solamente a la música.
Negro asume su posición actual de Obrera Juventud, «pero sin perder la esperanza. Aunque sin hacerme tanta expectativa». Alfi dice que «si se pudiera, lo haría», mientras Tito pone la pelota contra el piso: «creo que todos tenemos la misma mentalidad, pero no se puede». Alfi señala que en Osorno «no hay mucho espacio, por lo menos para la movida que hacemos. Ni para grabar, ni para tocar hay mucho, hay muy pocas bandas del género o estilo. Hay otra escena aparte que es como más pop, más amigable para la familia».
Tito remarca que «sí se han abierto más espacios para la música en general», pero también expone que les cuesta ensayar. «Por los temas de horarios de las pegas. Después de las ocho o nueve de la noche ya era muy complicado encontrar una sala de ensayo. Y ahora encontramos el Antro’s que podemos ensayar hasta más tarde. Ahí es bacán ensayar y todo, pero es difícil poder ensayar después de las 10 de la noche», revela. «Así es Osorno, sube y baja», es el consenso sobre «la escena» entre los músicos.
Siguiente nivel
Los viajes a destinos como Temuco y a Santiago hicieron florecer anécdotas que forjaron la identidad de Newen Hardcore. Vuelven los recuerdos sobre fechas en lugares como el Arena Recoleta o los bares Santa Filomena y 1 (uno) en pleno barrio Bellavista en la capital. La Juguera, parques, casas okupa, también fueron escenario para el hardocre de Newen en la capital.
El último gran hito de Newen, en lo que a presentaciones se refiere, fue haber compartido fecha con los legendarios D.R.I. Ocurrió en Puerto Montt el 4 de marzo de 2023 junto a Hategrama, Suicidio colectivo, Gordom y Cianuro. Los neoyorkinos no fueron los que cerraron el show. Fue Newen y todo su hardcore punk. Roño reseña: «la hueá sí estuvo buena. Muy bacán. Y creo que cada uno igual tocó bacán. Habíamos ensayado caleta». Tito recuerda que «lo bacán es que tocamos al último. Y tocamos sanos, hueón. Y quedó gente, mucha gente, hueón».
Ese día estuvieron sus amigos más cercanos y fieles a Newen. Además, hubo público de D.R.I que se quedó a escuchar a una banda consolidada del estilo en la zona. Aún así, según confiesan los miembros de la banda, siguen juntándose y avanzando según lo que salga para el grupo. «Espero que hagamos más canciones y grabemos», dice Alfi. «Más que tocar, la idea es componer más, ensayar más y grabar más», secunda Tito. «Lanzar una hueá bacán», añade Roño. Salir a otras ciudades a tocar también es uno de los objetivos.
La receta
La buena onda y complicidad se respira en cada rincón del departamento donde estamos conversando con Newen. Eso ha sido clave en la larga existencia de la banda, estiman sus miembros. ¿Los ingredientes? «Constancia nomás», dice Negro. «Nos llevamos bien, añade Roño. Alfi complementa: «hay gente que se junta con un amigo una vez a la semana a jugar una pichanga. Acá es lo mismo, sirve de escape».
No siempre pueden ensayar todas las semanas, pero están en proceso de regulación, dicen. Intentan que sea una vez a la semana, aunque aceptando los imponderables como tales. La clave, a juicio de Alfi, es la «disciplina. Si te gusta la hueá, hazla». Es por esa razón que llama a las nuevas generaciones de músicos a «tomárselo en serio. Yo creo que si me lo hubiesen dicho a mí, quizás si me lo hubiese tomado un poquito más en serio. Quizás me hubiese podido dedicar más tiempo a la música, dedicarme bien a la hueá».
Negro afirma que las nuevas generaciones deben «atreverse no más. Actitud. No dejarse vencer a la primera. De repente se te fue un loco, o no tienes los medios para la hueá, Si no puedes vivir de hacer música con alguien, puede haber otra persona con la que te puedas entender, no sé. Tampoco esperar tanto, solamente hacerlo, sin miedo».
Lo que viene
Ya son cinco los temas que Newen Hardcore grabó el último año. La idea es publicar el nuevo trabajo del grupo, tras siete años sin nuevo material. Negro adelanta a El Sureño sobre el contenido de estas nuevas canciones. «Uno, identifica a la gente del sur. A los chicos de acá, dedicado a cada uno de ellos. La letra se refiere al fuego de nuestros corazones, que estás caminando con tus propios demonios. Se lo quiero dedicar a un amigo que falleció. Era un amigo de muchos cabros, yo lo vi varias veces participando dentro de todas las hueás. Tanto en las tocatas, como en la vida misma, en la calle, en las marchas igual. Al final dice que ‘bajo la luna tu pecho se abrió. Ese es el mensaje que dediqué a él, al Hugo».
El segundo tema se llama Hostilidad. «Habla de la problemática de que hay gente que duerme en la calle, que están tirados a la pasta a base. Habla en primera persona, porque tú vas caminando y ves tal cual lo que está alrededor. El otro tema es Sumergido en el Abismo. «Es un tema que te dice no te mates. Va contra el suicidio. La idea surgió de hablar de un tema de la gente que se tiraba al río. Porque aquí pasa mucho esa hueá. El cuarto tema «va dedicado a las personas que ya no están en vida. Y ese personalmente se lo dedico a mi vieja y a la abuelita de Roño», dice Negro.