Sedy no se cansa de batallar

A nivel competitivo, Sedy, cuyo nombre real es Marcos Vidal (27), es el osornino que más lejos ha llegado en el mundo de las batallas de Freestyle. Dos veces participó en la Final Nacional de Redbull Batalla (2020 y 2021), la más mediática entre las competiciones. A nivel de las regionales, la fase previa a la gran final del país que se hace año a año, ya va a ser casi una década con su nombre instalado entre los gallos. También estuvo a punto de ascender a FMS Chile, la liga profesional de Freestyle del país.

Y es que la disciplina creció en popularidad, y con ello en recursos, durante la última década en Chile y el mundo hispanoparlante. El peak lo tuvo entre 2018 y 2019, cuando había batallas en YouTube que alcanzaban fácilmente millones de reproducciones. Luego, con la pandemia, el fenómeno fue decreciendo, aunque con bases sólidas de fanáticos y competidores.

Sedy ha dado su propia batalla en todas esas épocas. No ha dejado de estar presente desde que en su segunda pasada por tercero medio, un compañero de curso le mostró algunos videos. Eso fue hace casi una década. Allí descubrió la «Batalla del siglo» de Kaiser versus Cristofebril en una BDM (Batalla de Maestros), otra de las competencias icónicas del país. De ahí en más, quiso freestalear como ellos.

Lanzarse

Las ganas de aprender a rimar improvisando lo llevaron a practicar y aprender de manera autodidacta. Se le hizo fácil, según cuenta, y se inscribió en su primera competencia llamada «La Cúpula» en la Plaza de Armas de Osorno. La gracia era que quienes llegaran al cuadro final de cuatro competidores participaría en una gran final semanas después. Los jurados de esa última etapa serían justamente Kaiser y Cristofebril, los referentes de Sedy.

«Yo los quería conocer, porque una vez habían venido, me saqué una foto y se me borró, así típico niño fan en el momento. Fui al torneo, clasifiqué, salí tercer lugar, y en la semifinal no estaban los competidores, así que metieron al Kaiser y al Cristofebril como exhibición contra mí. Ahí empezó todo, caché que podía dar cara, y ahí agarré confianza y me lancé. Después de eso salí al tiro a conocer otras ciudades», cuenta Sedy a El Sureño. Puerto Montt, Temuco, Valdivia y el sur en general fueron destinos recurrentes en sus inicios.

El rahuino pasaba de BDM en BDM, ya que el formato de esa «compe» era recorrer el país buscando los talentos que llegaban a la gran final nacional. «BDM te llenaba el mapa en el año y pasaba por todo Chile, entonces si no estaba en Temuco me iba a Valdivia o Puerto Montt», recuerda Sedy. Eso fue clave para subir su nivel competitivo en la disciplina que comenzaba a amar. «Encontrabas puros locos buenos que se buscaban el mismo cupo. Casi todos eran los mejores de su ciudad», añade.

Dejarlo todo

Así pasaban los años, entre 2014 y 2017, con Sedy terminando la enseñanza media, entrando a la universidad y batallando todos los fines de semana. Goldbattles, Lonko Free, El Malón Freestyle, Aunkan Free, eran las competencias a las que iba. Incluso por votaciones fue invitado a Double AA Internacional en el Teatro Caupolicán en Santiago. «Ahí ya empecé a ver frutos en el freestyle. Entonces como mi vida prácticamente era freestyle y estudios, por el 2018 ya dejo todo tirado por el freestyle», recuerda Sedy.

Dos años antes tuvo su primer momento viral. «En BDM Temuco, la primera vez que fui, salió un highlight del demonio contra Lucifer. Eso me permitió para mostrarme un poquito de la escena, y gracias a eso entro a la Double AA Internacional, quedo por las votaciones. En 2018 en Red Bull, me trataba de meter a la más importante para que me vean. Estoy acá, estoy vivo todavía y después de Red Bull empiezo a hacer la gira DEM. En 2019 empiezo a ganar todo lo que podía acá en el sur para ganarme los cupos en las nacionales en Santiago y otros lados», precisa.

Ese año llega el primero de los dos torneos internacionales que ostenta Sedy hasta ahora. «Viajamos a Argentina y ganamos Lonko Free Internacional 2K19 en equipos y también individual. Fuimos con Soulsaez y otro chico de Temuco», dice. Con esos antecedentes, Sedy apostaba por entrar por primera vez a una nacional de Red Bull. Con la llegada de la pandemia del COVID-19, el freestyle tuvo que adecuarse y cambió el formato de clasificación. Se seleccionaron videos que enviaron las y los freestylers según la zona por la que postulaban. Sedy fue uno de los seleccionados del sur. Debía demostrar que todos los años de batallas eran por algo.

El plató

Ese 2020 de pandemia, la final nacional de Red Bull Batalla de los Gallos fue transmitida por televisión abierta. Se realizó en un estudio de televisión y llegó a las pantallas por Canal 13. Sedy ganó su primera batalla de octavos de final ante MC al Cuadrado y en cuartos no pudo ante Atri. Sedy quedó entre los ocho mejores de la competición y eso le permitió sumar puntos para el ascenso a FMS. Se trata de la liga profesional a la que se accede compitiendo y sumando puntos según resultados durante todo un año por todo el país. Red Bull entrega el puntaje máximo. Acertijo fue el MC que se llevó el título en esa oportunidad.

La gran performance le dio la posibilidad a Sedy de acercarse a lograr el objetivo de subir a FMS. Sin embargo, y como explica el artista, «ya estaba prácticamente terminado ese ascenso. Lo peleé para conocerlo, viajé a Chillán, a Valdivia, conocí más ciudades». Al año siguiente, el cupo de Sedy para la nacional de Red Bull se lo ganó en una de las instancias más complicadas. Clasificó mediante la Mid Season de DEM, la competencia callejera más importante del país. Para entrar ahí tuvo que buscarse la clasificación en DEM Antofagasta. En la instancia nacional perdió la final ante Jokker de Hualpén, quien ya estaba clasificado a la final de Red Bull.

«Ese año me meto de lleno a lo que es el primer ascenso que me peleo en serio. Ahí es cuando estoy tercero casi todo el año, tercero y cuarto y de ahí en la Copa Federaciones no se dio. Ya en 2022-2023, porque ese ascenso duró un año y medio, estuve primero y segundo todo el año. De ahí bajé porque no fui a BDM, que BDM daba como 50 mil puntos. Estuve viajando por todo el país prácticamente, fue bien pesado. Tuve un viaje donde un día era Arica, al otro día tenía que ir a Iquique, y al otro día tenía que ir a Antofa. Así era el ascenso, como era un fin de semana tenía que partirme más o menos», admite Sedy.

Sacrificio

En ese contexto, peleando los pocos cupos para entrar a la liga profesional, con eventos en todo Chile, Sedy comenzó a tomar decisiones. Tras un 2022 donde, prácticamente, pasó más tiempo fuera de Osorno, en 2023 era hora de centrar su vida en un lugar más neutral. Optó por ir a Santiago a vivir junto a su pareja (y mánager) de ese entonces. Antes había dejado su carrera en manos de Vitto Ramírez, conocido mánager de varios competidores de la disciplina. Por algunas diferencias terminaron el trabajo en conjunto y continuó con su pareja.

El ascenso lo califica de «cansador, hermano, cansador y desgastador, mental y físicamente. Tenías que cuidar puntos, tenías que andar con la calculadora, era prácticamente estar en la FMS, pero de otra forma. Tenías que cuidar puntos, cuidar un puesto, y claro, en las otras ciudades no quieren que les vaya a ganar el cupo o los puntos a los locales. Sus oportunidades de aparecer en la (Copa) Federaciones o en la FRF eran ganando sus nacionales. Tenía que batallar con los freestylers y también con la gente, con las malas caras, con los malos tratos, con los malos alojos de repente».

Cuenta que una vez tuvo que compartir una cama de una sola plaza junto a Nait y Nazho ND, otros freestylers que se han buscado el ascenso. «La cama no eran catres, eran palos con manta, entonces ese día me enfermé, al otro día igual. Cosas así tenía que aguantarlas, porque hay que pelear los puntos. Y por otro lado, claro, entrenamiento a full, eso es lo bueno, competencias, mejorar el nivel, generar lazos nuevos. Conocí a mucha gente afuera, y conocí ciudades que nunca pensé que iba a conocer en el mundo, entonces eso es lo mejor de todo yo creo», sopesa.

Vivir del Freestyle

Los dos últimos años competitivos de Sedy (2022-2023) fueron viviendo del freestyle. «Mis ganancias eran de ahí, no tenía que preocuparme mucho. Como no estaba mucho en la casa, no era tanto gasto por la casa, era más para costearme lo que ganaba. Lo gestionaba con mis pasajes, porque como todos los fines de semana era otra ciudad distinta, al final se me iba en pasajes. Por suerte la ropa siempre fue rapera, entonces siempre hubo compes que te regalaban ropa y ahí me salvaba en cuanto a ropa», explica.

Actualmente, Sedy debe trabajar en otras cosas, tras volver a Osorno este año, en una especie de renacimiento. «Yo pretendo vivir del freestyle nuevamente, pero como están las cosas y como se reduce cada vez más el espacio de la elite, al final para vivir del freestyle hay que ganar algo importante. Se podía vivir cuando uno no había ganado algo tan importante, pero había circuito, entonces había movimiento todo el rato. Ahora no, ya prácticamente viven los puros de la élite. Para poder entrar hay que ganar una Red Bull, ganar una BDM, tener alguna oportunidad afuera», afirma. La otra opción es tener algún momento viral que visibilice el trabajo en el mainstream.

Es por eso que la idea de Sedy para 2024 en volver a entrar a la nacional de Red Bull. Las clasificatorias para las regionales se realiza a través de videos. Dichos resultados se darán a conocer este martes en Chile. «Sé que he estado alejado del circuito y me he dedicado solo a entrenar. Estoy dedicado a devolverle al freestyle lo que me ha entregado, tanto con mi tiempo, haciendo la competencia y mentalizándome. Sé que va a ser más difícil que todos los otros años. Tengo un año como de descanso, entonces nadie sabe nada de mí, o sea saben, pero no cómo estoy compitiendo. Pretendo ojalá volver a la nacional este año y hacer algo más importante que las veces anteriores», anuncia.

El Último X

Lo de hacer la competencia es lo siguiente: Sedy decidió que en su vuelta a Osorno levantará una nueva competencia de batallas. El nombre que eligió es «El Último X», un juego de palabras con la X región y el fútbol. El diez, el creador, el que más improvisa en cada movimiento son la pelota pegada al pie cobra protagonismo para Sedy. Antes del freestyle, el fútbol era su mayor pasión y actividad. Por ahora va una fecha ejecutada, en la que superó las expectativas de su propio evento.

«La primera fecha me sorprendió para bien, sobre todo porque rompimos la barrera de los diez competidores. Yo dije, en el mejor de los casos hay diez competidores, y llegaron dieciocho. Llegó gente nueva, llegó gente de la Unión, de Valdivia, de Puerto Montt», cuenta. Próximamente anunciará la segunda fecha de la competición. «La necesidad de hacer el último diez estaba hace rato. Yo andaba con ganas de hacer una competencia que se haga bien en todos los sentidos, o por lo menos como a mí me gustaría. Con un jurado lo más serio posible, un host bien metido en su papel, el concepto difícil. Una competencia de freestylers para freestylers», añade.

Hasta el momento, Sedy organiza la competencia «literal solo. Me ayuda sí el host, que es el Chino, que está incursionando en el hosteo. Nació todo después de una batalla escrita super piola que hicimos en honor a Flandes (freestyler osornino lamentablemente fallecido este verano). Las medidas que llevo son directamente responsabilidad en lo que es la puntualidad. También en lo que es prometer cosas que sí voy a cumplir, en tener el jurado más objetivo posible. Trato de ser lo más profesional y pulcro posible dentro del under de las plazas».

El Heredero

A fines de 2021, Sedy aprovechó una de las mayores oportunidades que aparecieron en su camino como profesional de la rima improvisada. La plataforma de streaming Star+ produjo una competencia de freestyle en formato reality. Así, en Ciudad de México se grabó el programa con la participación de cinco icónicos campeones del género en la región. Los freestylers Aczino (México), Jaze (Perú), Skone (España), Dtoke (Argentina) y Kaiser (Chile) asumieron los roles de mentores en busca del “heredero”. Cada uno eligió a tres competidores hombres y una mujer de su país para jugárselas por el premio mayor de 50 mil dólares.

«Nos escogió Kaiser a mi, Askel, Racso y Eskai. Tenían que llevar a freestylers que no estén ni en FMS ni hayan ganado Red Bull y tampoco sean tan desconocidos. Entró MP (Argentina) y Skill (Perú) que si estaban en FMS, pero en ese momento cuando firmaron, todavía no entraban. El Kaiser nos escoge porque ya nos había visto, el Kaiser se quedó en mi casa, nos conocemos hace años. Él quería darnos la oportunidad que según él merecíamos e intentamos responder de la mejor manera», recuerda. Sedy cuenta que aquel trabajo, que fu estrenado en enero de 2023, pero que se grabó en diez días en México, superó sus expectativas.

«Llegamos a Ciudad de México, ya salir del país es espectacular, pero llegar a México es otra cosa, a otra cultura, otro mundo, otra gente. La competencia fueron días de rodaje, que en realidad lo único pauteado que había eran las presentaciones. El resto era todo freestyle, todo era momento real. Llegamos hasta el capítulo final con Askel, sobrevivimos como chilenos, fuimos los últimos chilenos en sobrevivir, y competíamos todo el día», cuenta. «Más encima siendo de osorno, yo no me lo podía creer. Me despertaba en el hotel, abría la ventana, estaba en Ciudad de México», agrega.

La competencia, la música, los talleres

La conversación con Sedy se torna larga según los cronómetros del mundo, pero pasa volando con los detalles acerca de la disciplina. Hay que entrenar, hacer juegos de palabras, discutir si el freestyle está muerto como plantean algunos creadores de contenido. Para Sedy, dichas discusiones no alcanzan a superar lo que es el freestyle para quienes lo viven con pasión. No ha dejado de batallar ni de expresarse libremente gracias a su habilidad con las palabras y las rimas. Le gusta más, incluso, que hacer música, aunque ese terreno lo sigue teniendo cerca.

Por lo pronto, Sedy también comenta sobre su sentido de pertenencia al arte y cultura de Osorno. Como exponente, organizador y gestor. Ya tuvo experiencia trabajando con Agrupación MUDO y The Mission College realizando talleres de freestyle. La competencia y el nivel competitivo no le permitieron seguir en esos tiempos, pero no descarta volver a intentar ese tipo de acercamientos con quienes se adentran a ese mundo. Su cerebro está moldeado para improvisar, algo que en todas las expresiones artísticas tiene cabida. «Es como un método de expresión muy válido y muy íntimo», dice.

A Sedy lo ha ayudado expresarse de esa manera. Es su método para desahogarse y buscar un futuro. Sigue dando la batalla para expresar en rimas lo que sale de su cabeza entrenada, pero sobre todo de su corazón. No cualquiera rima con coherencia, menos aún lo hace improvisando. En Osorno está Sedy y sigue dispuesto a dar esa batalla.