[Crítica literaria] Las dos amigas (un recitativo): El experimento de Toni Morrison. Por Pepa Durán

Las dos amigas (un recitativo): El experimento de Toni Morrison. Por Pepa Durán

Salman Rushdie afirma con mucho romanticismo que Toni Morrison lideraba y todos la seguían: “Nos enseñó la belleza del lenguaje y el poder que se desata cuando se unen un gran corazón y una mente feroz”. Es muy probable que el profundo compromiso de Morrison con la representación de las experiencias históricas y culturales de la diáspora africana en Estados Unidos haya sido un mapa que iba permitiendo articular una poderosa y conmovedora crítica de la historia estadounidense. No por nada ha sido la única mujer afroamericana en recibir el Premio Nobel de Literatura.

Ya en su primera novela, The Bluest Eye, publicada en los años setenta, Morrison se adentra en los abismos de la autoimagen y la internalización del racismo, a través de la trágica historia de una joven afroamericana que anhela tener los ojos azules, símbolo de una belleza racialmente privilegiada. Al parecer, esta obra inaugural establece los temas recurrentes de Morrison, como el sufrimiento psíquico asociado a la opresión y la identidad. En Beloved resulta incisiva en exponer las profundas secuelas de la esclavitud. Su obra va, en lo grueso, por la línea de la resistencia y la belleza literaria, pero también por la superación de los estereotipos de raza. 

El experimento de Morrison

Las dos amigas (un recitativo) es una absoluta negación de las identidades fijas, una especie de ensayo sobre la di-similitud. Es un cuento –el único relato corto que Morrison escribió– y ha dado lugar a una especial publicación con un epílogo sensacional de Zadie Smith, escritora británica que analiza magistralmente la forma en que esta historia termina siendo una especie de rompecabezas desensamblado. Una narración que Morrison afirma es un experimento.

Dos niñas comparten habitación en un centro de acogida del Estado. Una de piel clara y la otra de piel oscura. Aunque en principio no se toleran y las circunstancias raciales de la época generan un inmediato distanciamiento entre ellas, con el tiempo se dan cuenta de las cosas que las unen y se vuelven inseparables, hasta que llega el momento en que una de ellas debe abandonar el hogar. De ahí en adelante, durante sus vidas, se van encontrando en distintos lugares y generalmente en lados opuestos de los conflictos sociales y étnicos.

Hasta aquí, la pequeña historia parece una trama simple y representativa de los fragmentos que la memoria literaria racial es capaz de recomponer. Pero cuando Morrison manifiesta que este relato es un experimento, se refiere a un dispositivo retórico creado con la maestría de una Nobel, un mecanismo ingenioso y genial que pone en juego una identificación especular, un efecto de espejo infinito donde, tal como lo resuelve Zadie Smith, el verdadero experimento somos los lectores.

Un recitativo

De hecho, el título ayuda a esta maniobra narrativa, el paréntesis designa esa sonoridad de lo que es hablado en la escritura.  El recitativo es un canto recitado y en la narración se comprende desde la tonalidad o el ritmo del habla o de las hablantes, en este caso las amigas. Una mirada desde las cuestiones raciales en Estados Unidos indica que las voces blancas y negras son distintas formas recitativas, tienen un sonido y una armonía diferente. 

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Y es entonces, justamente en este punto, donde comienza la diversión de Toni Morrison. Sólo el dominio consciente de la forma y el fondo del saber de una comunidad, sacudido el polvo de la identidad estática y de los tópicos, es capaz de componer este increíble artilugio en apenas treinta y cinco páginas. Y como lector disfrutas el juego de la fabulación y el impulso imaginativo que leer te genera, es un tiempo mágico que te empuja a pensar y pensar, que te enseña a arrancar los prejuicios de ti, que hace evidente las figuras mentales provenientes del constructo social y cultural, de la temporalidad. Este es un cuento que te educa, te sacude, te agita espiritualmente y te confunde; allá donde estás buscando es justamente donde se concibe el cuerpo textual, aquello que te preguntas es exactamente la moraleja del cuento.

Impactante Toni Morrison. Es una de las buenas lecturas que me dejó el 2024. Una indagación intensa, un universo magníficamente vasto por reconocer y un desafío a confrontar las narrativas contemporáneas sobre raza, género e historia.

Por Pepa Durán, de @aqui.se.lee

Magister en Lengua y Literatura Hispánica, Universidad de Valencia.

Magister en Educación, Universidad Católica de Chile.