Cabeza de Papel: las impostergables ganas de crear de César y Raúl

,

Cabeza de Papel es el nombre del proyecto que levantan los profesores de filosofía, César Gómez (34), y de artes, Raúl Oyarzo (42). Ambos se unieron para conformar esta especie de editorial y plataforma de arte que este viernes será presentado públicamente. Así, cinco «artefactos», que comprenden textos, objetos, materialidades y dibujos, conforman un total como obra. Un mensaje pegado en un pequeño frasco de vidrio, breves poemas dentro de una caja de fósforos o un fanzine que cuenta las historias raras de esos ex compañeros de curso de los que nunca más tuvimos noticias.

23 de mayo la fecha, viernes el día de la semana y 19 en punto la hora de inicio para este interesante lanzamiento. ¿El lugar? el salón Bar del Centro Cultural de Osorno (Manuel Antonio Matta #556). Ahí podrán llegar curiosos y curiosas a un conversatorio al que se unirán la escritora Roxana Miranda y la artista visual Kiyen Clavería. También se podrán comprar los artefactos y el libro que completa la composición plástica, literaria y novedosa. El Sureño conversó con estos creadores para entender y pensar en los por qué, los cómo y los cuáles.

¿De qué se trata el proyecto y cuál es su propósito?

César (C): Cabeza de Papel es un proyecto de papelería artesanal de poesía visual. Ese es el concepto. Es una papelería en el sentido de que es una suerte de editorial que no renuncia al papel. También es artesanal porque es algo que hacemos con las manos, autogestionado, sin ningún fondo. Y es poesía visual, aunque también eso podría quedarse corto, porque mezcla texto e imagen, pero también materialidades. El objetivo es provocar emociones y reflexiones.

Raúl (R): Desde el comienzo tenía que ver con un proceso creativo de cada uno. Yo tenía suficiente material para poder hacerlo público, que tomara un cuerpo que se pudiese compartir con más personas. El desafío era pensar cómo materializar esto. César tenía la visión de estos artefactos hechos artesanalmente, con algunos aspectos llamativos desde el punto de vista del material. Y también el cómo el papel se podía utilizar de maneras flectadas, llamativas. O pensar qué otro material u objeto de uso cotidiano podríamos incorporar como soporte.

¿Cómo conjugaron ideas y material?

R: Habían varias referencias, pero lo único claro fue en el comienzo la idea de un fanzine en el típico papel doblado en ocho caras. A partir de eso, que era algo sencillo, lo ensamblamos con un texto que César creó a partir de una imagen. De ahí para adelante ya empezó la parte de crear, de pensar, por ejemplo, en el territorio y en qué objeto colocar esto o lo otro. Me acuerdo que hablamos de cajas, de los frasquitos igual, de tener un texto y en qué soporte meterlo.

C: Partimos viendo lo que ya teníamos. Yo tenía cosas escritas, Raúl tenía dibujos. Yo le pedí a Raúl unos dibujos, después que me pase más cosas, todo lo que tuviera. Raúl me pasó un montón de dibujos que él hacía en reuniones, entonces eran muchas caras raras. Tenía muchos, yo seleccioné alguno de ellos, y estaba teniendo al mismo tiempo unas conversaciones con algunos excompañeros del colegio. Nos acordábamos sobre los compañeros de cuarto medio y sus historias raras, en lo que derivan. Fuimos asociando estos dibujos con historias raras de compañeros de curso. Así creamos un cómic-fanzine que se llama Cuarto Medio Jota.

¿Cómo decidieron qué incluir en los artefactos?

R: En Cuarto Jota, por ejemplo, está la idea de memoria, aparte de la sátira y todo eso. Como hace referencia a la historia actual de personajes del pasado, y como está asociado a un curso, César pensó que esto tiene que estar puesto materialmente dentro de un cuaderno que tenga una semejanza con algún tipo de libro de clases. En Territorio llegamos a la idea de que tenía que ser una caja de fósforos, pero no podía ser cualquier caja. Teníamos que apelar a algo que también va a la memoria, que era la cajita Copihue.

C: Por ejemplo, hay uno que se llama Parques, que surgió un día en que yo estaba buceando en una biblioteca. Me encontré con un libro del paisajista Óscar Prager, que diseñó gran parte de los parques de Osorno. Es un personaje bien interesante porque está bien olvidado, y es precisamente porque él era bien bajo perfil. Me obsesionó este personaje y se lo mostré a Raúl. Ahí fuimos pensando nuevamente en el territorio. Todo esto ha sido bien intuitivo, no es que nos hayamos puesto de acuerdo en decir vamos a tratar territorio, cuerpo y memoria. Pero partimos desde cero, escribiendo un cuento y todo eso, así se encaminó Cabeza de Papel.

¿Y cómo fue ese proceso?

R: Hicimos un recorrido por los sectores donde él puso su mano, hicimos unas fotos. Yo le proponía a César que además de estar el texto en sí, que hubiesen personajes. No sé si van a contar la historia, pero son más o menos como los que habitan en este lugar. Esto fue mutando, porque mi idea era poner un perro callejero medio desastrado, y terminó siendo un hipster punk. Es un perro que está con un paraguas y que está interactuando con un traile, son antropomorfos.

«El cómo partió y cómo terminó, fue bacán ese recorrido. Mi idea era como un cd que tenía y que siempre veía el artbook que tenía un paisaje y unos personajes plegados. Pensé en hacer algo similar, pero no resultaba bien, porque el cd hace que el papel plegado esté siempre plano y liso. Yo probé pegar la mitad, pero se desarmó. Probamos pegando un papel autoadhesivo que tiene una textura brillante, diferente al papel mate que es el fondo, y queda súper bien. Nos gustó como quedó».

C: Hay imagen, papel, texto, sticker. Esa parte de experimentar también es muy entretenida y es muy loco también. A Raúl se le ocurre sacar fotos, nos juntamos a sacar fotos. Hay que probar con tal papel, vamos a la librería y no hay papel, hay que ir a la otra librería. Igual es chistoso, son dos locos haciendo locuras igual. Fue bonito ese proceso de experimentación, y de resolver problemas prácticos también, no solo los creativos. El cómo imprimimos, cuántas copias, y pensar en que cada uno de los artefactos fuera reproducible. De repente se nos ocurrían buenas ideas, pero cómo hacemos veinte, treinta, imposible.

¿Cuáles son los artefactos?

C: Uno se llama Rostros, otro se llama Parques, otro se llama Amistad, otro se llama Cuarto Medio Jota, y otro se llama Territorios. El libro se llama Nadie se sana de haber amado tanto. Cada uno de ellos va en esta caja como primera entrega de Cabeza de Papel.

R: Nosotros hicimos veinticinco copias de cada artefacto, porque era algo que podíamos hacer nosotros mismos en casa. Doblar, imprimir, pegar, recortar, pero el libro donde está interacción entre el papel y el texto era más complejo. Ahí probamos con cinco copoias a ver cómo resulta, porque fue más caro hacerlo.

C: A 15 lucas vamos a vender la cajita con los cinco aretfractos y a 20 lucas el libro.

Publicidad
clinica duo

¿Pretenden hacer más versiones del proyecto?

C: Algo conversamos en algún momento, que podrían hacerse colecciones y esto podría ser una primera colección de Cabeza de Papel. Pero igual está esa idea de una segunda colección donde hayan distintos autores, distintos ilustradores y escritores de Osorno. Y que nosotros podamos funcionar como editorial Cabeza de Papel, por ejemplo. O bien que nosotros mismos saquemos otra colección, o que ya estamos chatos el uno del otro y ya se termina acá. Todo eso es una opción.

Publicidad
Completeria

R: Hay harto material en cuanto a reproducir, crear obras con un formato similar, pero con otros temas, asuntos. Sobre todo, por ejemplo, la idea de Parque me gusta, porque eso se puede aplicar a caleta de lugares.

C: O pensamos, no sé, hacer una colección solo de literatura infantil, por ejemplo, o no sé, incluso una de literatura erótica, sería interesante también algo así. Y lo mismo, distintos soportes. Pero bueno, eso igual va a estar condicionado por las variables y circunstancias.

Entonces, ¿cuál es el deseo íntimo y profundo que tienen ustedes respecto de esta primera presentación?

C: Yo creo que hay un convencimiento en el trabajo que cada uno hace. De partida, creo que hay dos personas bien obsesionadas con la creación artística, cada uno por su lado. Luego, en conjunto, yo creo que se arma una fuerza importante. Llega un momento donde te das cuenta que hay algo bueno, de calidad, que tiene sentido. No es un ejercicio solamente narcisista, sino que efectivamente está diciendo algo a un público del sur. Y yo creo que es una pulsión que en el momento en que uno es consciente de que es un producto de calidad, tiene la responsabilidad política o ética de compartirlo.

R: La búsqueda va por la fuerza de experimentar, de compartir con los autores, en este caso con César. Trabajar en un proceso creativo que ha sido súper intenso y que no ha derivado en conflictos mayores da para pensar en seguir trabajando. Para mí lo más interesante, más allá de que podamos vender todo o la mitad, es saber lo que a las personas les produce la interacción con los artefactos. Eso es lo más interesante del trabajo, que puede ser una conversación, algún comentario. Es interesante ver cómo impactan las cosas en las personas, más allá de su nivel de sensibilidad.

Y en este proceso, ¿qué aprendieron el uno del otro?

C: A mi me llama la atención el tipo de artista que es Raúl, porque es muy meticuloso, muy disciplinado. Y eso es súper difícil de pillar en los artistas y Raúl es súper metódico. Había momentos en que yo le decía, ‘Raúl, da lo mismo que este sticker quede chueco, igual es artesanal’, y me decía, ‘ya, pero hay una línea delgada entre que sea artesanal y que quede como la hueas’. Yo creo que aprendí eso, cumplir los compromisos, el rigor del trabajo.

R: Yo he tenido experiencias trabajando colaborativamente con más personas, y siempre pasa algo, fallan. Al final uno termina tomando el bastión para llevar el proyecto a cabo, en cambio acá ha sido súper serio. El ser partícipe y no guatear. Yo a César lo cachaba  como colega cuando llegó al colegio, más allá de filosofía, conversando un poco, veía sus intereses, que también eran comunes. Pero la parte creativa de su producción literaria, igual es bacán. Resuelve rápido, yo le entregaba dibujos y al otro día me tenía una propuesta. De repente uno va lento, porque el otro igual va lento, pero acá nunca se chantó la moto.

C: Igual ha sido cansador, pero estamos contentos con Cabeza de Papel.

¿Se sienten distintos a como empezaron?

C: Sí, yo por lo menos creo que he crecido harto. Puedo tomarme en serio y también dar este paso y decir, bueno, soy un creador en algún sentido. Eso puede tener muchas acepciones, pero creo que el creador no es más que una persona que se dedica a dotar al mundo de significado de un colectivo. Y que está dispuesto a entregar esa creación como un regalo. Creo que esto me ha ayudado a mí para poder convencerme de eso, de que soy un creador que puede trabajar con otros. Yo a Raúl lo admiro harto, creo que tiene una trayectoria aunque no le gusta admitirlo, pero lo tiene.

R: Cabeza de Papel ha sido un proceso la parte como de la mecánica de hacer las cosas. Tenemos la idea y todo y llega un punto en que la cuestión ya está cerrada y después hay que solo darle la forma. Me veo obsesionado de repente, no me paro hasta que termino y corto todos los parques. Distinguir también los procesos, la parte del diálogo, la parte de las propuestas, la parte de la experimentación. La disposición igual es parte de probar y experimentar con los materiales, los formatos. También aprendí a encontrar la lógica de cómo algunos procesos se pudiesen acelerar.

¿Llevarán estos procesos al aula?

C: Es un tema interesante porque ahora invitamos a todo el mundo a que vaya al lanzamiento, desde luego también a estudiantes. Pero en principio yo creo que ninguno está pensando directamente en los estudiantes, no es un instrumento pedagógico propiamente tal. Eso sí, yo creo que el profe cuando está haciendo arte también está educando de alguna manera. Nosotros somos profes y al mismo tiempo somos creativos siendo profes. Más que este proyecto pueda aplicarse directamente a una clase o algo así, yo creo que el hecho de ser creativos es lo que nos define como profes.

R: Yo lo veía como un ejercicio práctico en la sala, he derivado harto del trabajo que hago como formato de la expresión visual. Que sea tipo un libro, existe el concepto de libro del artista que yo trabajo harto en octavo y en primero medio. La idea de asociar un texto con imagen y darle una estructura, como una cosa que contiene tapas, información a partir de páginas. Como que fue al revés, esa experiencia me hizo ver que también se podía aplicar a lo que se hace en casa.

Inviten a la gente a ir a la presentación

R: Estaremos nosotros dos, van a moderar Kiyen y Roxana. Tuvimos una conversación previa para que ellas conocieran la propuesta y va a ser un conversatorio. Esperamos que a partir de este cuarteto llegue gente diversa. La propuesta habla de nuestro punto de vista creativo, pero acerca de algo común. No es este concepto de arte contemporáneo incomprensible, es una apertura aproximarse a experiencias comunes, pero desde un punto de vista en particular.

C: Cabeza de Papel es una propuesta artística hecha con harta seriedad, con harta responsabilidad también. Que las personas experimenten, que les pase algo con esto, que podamos encontrarnos de alguna forma y que no vayan solamente nuestros amigos. Esperamos que más importante sea el proyecto que las personas que están detrás, que cada uno de los autores. Los invitamos a tener esta experiencia artística.

Publicidad
Ad 8