Invitan a organizaciones a sumarse al Registro Nacional de Puntos de Cultura Comunitaria
El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio abrió la convocatoria para inscribirse en el Registro Nacional de Puntos de Cultura Comunitaria. Esto, según dicen desde la cartera, con el propósito de aportar al reconocimiento y visibilidad de organizaciones de base comunitaria. La convocatoria abrió el pasado miércoles 28 de junio y permanecerá disponible hasta el 7 de agosto.
Desde el Ministerio expresaron que este registro busca identificar, reconocer y valorar a las organizaciones sociales de base comunitaria que trabajan por la cultura. Las calificaron como instancias fundamentales para avanzar en democracia cultural, dinamizando la participación en este ámbito. Además, destacaron la utilización de espacios públicos y la cohesión social que se genera con estas actividades.
El ministro Jaime de Aguirre señaló que “en los distintos barrios de Chile se realizan actividades culturales y/o patrimoniales. También hay talleres de distintas expresiones artísticas, culturales, bailes, música, además de ferias o festivales. Es decir, se generan acciones comunitarias en las localidades que mejoran la convivencia entre vecinas y vecinos. Así, podrían validarse y reconocerse como Punto de Cultura Comunitaria”.
Trayectoria y trabajo en lugares aislados
La seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio en Los Lagos, Cristina Añasco, puntualizó la prioridades que tendrá el registro con las organizaciones postulantes. “El registro priorizará aquellas organizaciones con mayor antigüedad. Además de que desarrollen sus acciones en comunas con alto índice de pobreza multidimensional e índice de aislamiento. Quienes accedan al registro podrán financiar su plan de fortalecimiento por $10 millones en el caso de que posean menos de 10 años antigüedad. Para las que tengan más de 10 años será con 15 millones de pesos», señaló.
La idea es que el financiamiento de continuidad, impulso y sostenibilidad a todas las actividades e iniciativas que surjan desde las organizaciones que accedan al Registro de Punto de Cultura. Podrán sumarse organizaciones vecinales, funcionales y territoriales. También lo pueden hacer las pertenecientes a pueblos originarios y/o folclóricas, que estén vinculadas y que desarrollen prácticas socioculturales. En definitiva, las organizaciones de base comunitaria conformadas por colectivos de personas.
Deben desarrollarse y formar parte de un territorio específico, vinculadas a la realidad socio-territorial y con arraigo comunitario. La organización podrá acceder de manera directa a asesorías técnicas, capacitaciones y acompañamiento personalizado a su gestión. Además formarán parte de una red de puntos de cultura comunitaria regional, nacional e internacional. Esto último, a partir del programa internacional IberCulturaViva.
Fomentar la formalización
Para solicitar formar parte del registro, no será necesario tener personalidad jurídica, pero sí contar con trayectoria de a lo menos tres años de existencia en el territorio y no tener fines de lucro. Además, las organizaciones interesadas deberán incluir dentro de sus objetivos el desarrollo comunitario mediante la identificación de las problemáticas locales; contribuir a dar respuesta a las prioridades e intereses de la comunidad a la que se pertenece; aportar al reconocimiento de la identidad local y a la transformación social y territorial; entre otros requisitos.
«Para las organizaciones sin personalidad jurídica se está solicitando un listado de los integrantes del colectivo u organizació. Las y los integrantes de la organización autorizan la representatividad de uno de ellos para suscribir convenios y ser la contraparte con la institución. Estas organizaciones deben cumplir con la entrega de las garantías y procedimientos al igual que una persona jurídica al momento de suscribir un convenio que implique la entrega de recursos. Es importante entender que aquellas organizaciones que no tienen personalidad jurídica tendrán un acompañamiento para la formalización. La idea es apoyar a las organizaciones comunitarias en territorios aislados en su formalización y trabajo», señaló Cristina Añasco.