Luis Rolando Ferrada Webar (57) es un conocido locutor de radio La Voz de la Costa y quien, este año, se proclama como candidato a concejal por San Juan de la Costa. ‘Viva la gente’ por las mañanas y el ‘Cancionero mexicano’ más cerca del ocaso son los programas donde se puede escuchar. Ferrada compone la lista oficialista Chile Mucho Mejor con cupo del Partido Socialista.

El comunicador nació en Osorno, pero su infancia y adultez están marcadas por la comuna costeña. Los veranos eran típicos en Pucatrihue, Bahía Mansa y Maicolpué. «Lo recorríamos en tiempos en donde era muy difícil llegar para allá. No existían las conectividades que hoy día tenemos, no existía el asfalto, nada, todo era puro ripio. A pesar de esas dificultades, igual era hermoso poder llegar hacia el litoral. Pasábamos algunos días de vacaciones junto al sol de la costa», recuerda Ferrada.

El aspirante al Concejo Municipal realizó sus estudios básicos en la Escuela 1, actualmente Efraín Campana Silva. Los secundarios los hizo en el Liceo de Hombres, ahora Liceo Eleuterio Ramírez. A los 16 años, Ferrada perdió gran parte de su vista en un accidente en el sector de Choroy Traiguén. Eso lo obligó a estar un año en tratamiento hospitalario en Santiago, pero también lo ayudó a encontrar su gran pasión. Viajó hasta Concepción y estudió locución un año más antes de volver a Osorno a terminar sus estudios. Iba a la radio a locutear con uniforme del liceo, recuerda.

San Juan de la Costa

Además de sentirse identificado por sus hermosas playas, el nexo de Luis Ferrada, candidato a concejal, con San Juan de la Costa va más allá. Precisamente como locutor de una radio que históricamente ha alcanzado a llegar con sus ondas a la comuna, tiene también un vínculo cultural. «Hace más de veinte años empezamos a trabajar en encuentros culturales en las comunidades como Loma de la Piedra. El objetivo era realizar eventos vinculados a la cultura ancestral. Donde la gente también pudiera mostrar sus formas de vida, sus productos, su gastronomía, repostería, artesanía. Que la gente vaya a ver eso», explica.

El modelo resultó bien. «A partir de ahí se realizaron una serie de muestras y eventos culturales que hoy día afortunadamente el Estado las apoya. Antiguamente era iniciativa de la propia gente, de manera muy modesta, sin saber hasta dónde se podía llegar. Hoy día se replica de manera mucho más formal con aportes del mismo Gobierno Regional, por ejemplo. En gran parte de las comunidades indígenas de la costa fuimos replicando esta idea. Hoy esa es una de las principales actividades del verano allá y genera también mucho movimiento comercial y entretención», rememora.

Luis Ferrada pretende ocupar el cargo de concejal por la comuna también debido a sus vínculos personales, según cuenta. «He podido tener esa relación casi familiar con las personas de la costa y ser un receptor de muchas de sus inquietudes y de sus aspiraciones. Pero también de su de sus preocupaciones, de sus dolores. Tenemos una confianza enorme que he tratado de mantener. De repente me preguntaba ¿de qué manera podría tratar de avanzar, ayudar más a la gente?. Se me ocurrió que ya cumpliendo un ciclo importante, casi cuarenta años de radio, era suficiente. Era el momento para echar a andar este sueño personal y particular de servir desde otra vereda», argumenta.

Las tres prioridades como concejal

Para Luis Ferrada, hay tres prioridades claras a la hora de trabajar como concejal si es electo. «Hay un segmento importante de personas que han quedado pendientes y no les ha llegado la modernidad o la mano del Estado. Esta última, representada desde la acción del municipio. Tener un problema con un camino, que no llegue agua, electricidad, no tener ayuda social oportuna o una solución de vivienda es un problema enorme. Preocuparse de las personas es justamente poner el acento en los problemas y tener la capacidad de escuchar a la gente. Es importante respetar a la gente y a los territorios, y eso supone la cultura», enarbola.

Luego, hace propia como su segunda prioridad, el «fiscalizar bien la transparencia de los recursos públicos. Sobre todo en una zona en donde no hay tantos recursos como los que se quisiera o como hay en otros lados». A eso le suma, «la firmeza para plantear y defender los temas y las necesidades de la gente. Estar en el consejo no significa siempre ser obsecuente a lo que decida el alcalde.  A veces hay que enriquecer la propuesta, o simplemente no resulta conveniente. Hay que tener el carácter y la firmeza suficiente para decir en algún momento que se rechaza una propuesta o se aprueba».

Luis Ferrada también asume como prioridad valórica a la hora de trabajar como concejal, la honestidad. «Hay que decirle claramente lo que sí se puede hacer, pero también lo que no se puede hacer. No generar falsas expectativas. El concejal tiene facultades muy limitadas, las que son fiscalizar la acción del municipio y del alcalde, pero también es representar las necesidades de la comunidad. Uno tiene la capacidad de transmitir bien lo que la gente quiere y plantear con buenos argumentos para convencer a la autoridad que lo que se está planteando es importante», cierra.

 

Luis Ferrada en el Hospital Intercultural de la comuna

 

Leonardo Urrutia Ortega (64) es médico y trabaja en la Atención Primaria de Salud (APS) en Puerto Montt desde septiembre de 2019. Específicamente, Urrutia cumple funciones en el Cesfam Padre Hurtado de la capital regional. Este año, Leonardo Urrutia buscará convertirse en concejal de Puerto Montt en la lista oficialista ‘Por Chile, Seguimos’. El facultativo es militante del nuevo partido Frente Amplio.

Urrutia nació en la comuna capitalina de Ñuñoa en 1960. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Liceo Experimental Manuel de Salas de dicha comuna. De allí egresó en 1977 y al año siguiente ingresó a estudiar medicina a la Universidad de Chile. La política fue un tema recurrente en su familia y a nivel académico, participando como militante de las juventudes socialistas de diversas organizaciones. Hasta el fin de la dictadura en 1989 realizó trabajo político activo.

Comenzó trabajando en APS en Cerro Navia, San Bernardo y Recoleta, además de ejercer como docente y académico en la Universidad de Chile desde fines de los 90. En forma paralela se casó y tuvo tres hijos con su esposa. En septiembre de 2019, y debido a su ligazón tradicional con la comuna de Puerto Montt, decidió radicarse con su familia en esa comuna.

Puerto Montt

La primera vez que Leonardo Urrutia estuvo en Puerto Montt no se imaginaba postular para ser concejal. Fue en 1974, a un año de iniciada la dictadura. Su hermano mayor fue relegado a este territorio tras estar preso en Isla Dawson. «En compañía de mis padres llegamos en tren a donde está actualmente el mall. Llegamos a recibir a mi hermano que cuando se cerró el penal de la Isla Dawson, la pena que le otorgaron fue la de relegación. En esa circunstancia yo conozco Puerto Montt. Se olía el miedo, se sabía que habían ocurrido cosas, me quedó esa imagen de un Puerto Montt muy golpeado por la dictadura», recuerda. 

Luego, con su familia comenzó a pasar veranos en el sur de Chile, donde Puerto Montt se convirtió en un sitio de llegada y estancia. «En algún momento nos empezamos a proyectar con mi compañera, decíamos, ¿dónde vamos a ir nuestros últimos días? Y el sur de Chile en general, y en particular la región de Los Lagos, siempre nos atrajo muchísimo. El mar, los lagos, los volcanes, el verde, la lluvia, etcétera, nos motivaron. Busqué y encontré pega en atención primaria acá y ya van a ser cinco años trabajando y viviendo acá», precisa.

«Mi intención en la concejalía es representar una dimensión de la actividad municipal que dice relación con la salud. Entendiendo la salud como un fenómeno que va más allá de resolver enfermedades específicas. Tiene razón con dotar a la comunidad de las condiciones materiales que con mejor posibilidad puedan contribuir a que vivan mejor. Es decir, yo entiendo la salud no solamente como un tema de enfermedades o patologías, sino que con el vivir mejor. Eso depende de las condiciones materiales de existencia», asegura Urrutia.

Las tres prioridades como concejal

A la hora de definir las tres prioridades de Leonardo Urrutia en caso de ser electo concejal por Puerto Montt, el médico manifiesta su parecer. «En primer lugar, profundizar las reformas de salud que está implementando el Ministerio de Salud desde hace mucho tiempo. Sin perjuicio a los cambios de gobierno, el Ministerio de Salud chileno es una estructura que tiene una definición en pro de la atención primaria. Su expresión material de hoy día es esto de la atención primaria universal. Creo que en Puerto Montt en particular estamos atrasados. Mi propuesta como concejal es contribuir a que esto se profundice», explica.

Como segundo punto, Urrutia alude a «contribuir a mejorar las competencias y capacidades de resolución del nivel primario de atención. Los consultorios tienen diversas capacidades instaladas que son bastante adecuadas, son mucho mejores que hace veinte o treinta años atrás. Sin embargo, todavía falta más. Tiene que ver con la implementación de equipos, por una parte, pero fundamentalmente con la capacitación de las personas. Que los técnicos y profesionales sean capaces de tomar decisiones que, entre otras cosas, contribuyan a disminuir las listas de espera. Hay cosas que se pueden resolver en la atención primaria y yo creo que puedo aportar allí».

La tercera prioridad que tendría como concejal nombrada por Leonardo Urrutia es «la participación de la comunidad. Como decía, yo entiendo la salud como un fenómeno que no está relacionado solamente con la enfermedad. También tiene que ver con la construcción que las personas hacen de los ambientes. Y eso significa las personas, las familias, las comunidades, en conjunto participando de la resolución de sus problemas. Tiene mucho más valor que yo le pregunte a los habitantes del sector ¿cuáles son las necesidades de salud que ustedes ven allí? Hagamos listado y construyamos entre todos. Creo que eso lo puede lidiar el municipio».