Los corridos tumbados made in Chile de Tano Ponce

Fernando ‘Tano’ Ponce (27) nació en Osorno, creció en Purranque , Dalcahue, Calbuco y Puerto Montt. En la capital regional vivió la mayoría de su adolescencia. Desde muy niño estuvo ligado a las cuecas, dado que es una de las pasiones familiares, de esas que se traspasan. Aunque, a Tano Ponce, ese amor por la música y el folklore pareció calar más hondo que al resto de sus cercanos. «Hoy por hoy, soy el único de mi familia que se dedica a esto de lleno, es mi trabajo principal», afirma a El Sureño.

Mientras era aún un liceano ávido de experiencias, comenzó a destacar como trovador en la escena musical puertomontina. «Llené un par de veces la sala Mafalda Mora, teloneé a varios artistas también, participé de muchos festivales culturales. Era encargado de cultura en el centro de estudiantes del Liceo de Hombres y me dediqué mucho a hacer peñas», recuerda. Su cercanía con conjuntos folclóricos lo llevó a gestar presentaciones y giras, incluso con conjuntos de Argentina y Perú. Las ganas de ser artista motivaban su quehacer diario.

A la hora de elegir el camino a seguir tras salir de cuarto medio, el joven Fernando tomó una decisión difícil, pero de la que no se arrepiente. «Dejé la posibilidad de haber estudiado una pedagogía, la deseché. Comencé a ver qué podía estudiar para poder fortalecerme como artista. No encontré mejor manera de hacerlo que estudiar Técnico en Sonido y Producción Musical en la Universidad Santo Tomás de Concepción», cuenta. Aquel fue un cambio decisivo y fundamental para lo que sería el artista Tano Ponce en ese no tan lejano año 2016.

Buscando la fórmula

Tano Ponce también forma parte de un grupo de cueca con el que se presenta por diversos lugares de Chile llamado Medialuna de Amores. De hecho, el último tema lanzado por la banda es una colaboración con el reconocido cantante de música tropical chileno, Jordan. Entre todas las canciones de la banda oriunda de Concepción subidas a las plataformas acumulan varios millones de reproducciones. En paralelo, Ponce hurgaba entre sus influencias para encontrar un estilo con el que su carrera solista se comience a consolidar.

«Empecé a experimentar más cosas, empecé a mezclar folklore chileno con algo más y a buscar artistas que pudieran haber mezclado el folclor con algo pop. Hasta que caché que salió Gepe, entonces no había por dónde competir. Después empecé a cachar artistas que pudieran mezclar folklore con rock, como Chancho en Piedra y muchos otros. Estaba inmerso en esa cultura rockera en Concepción, pero tampoco funcionó», confiesa Tano Ponce. Y es que las primeras versiones del festival REC (Rock en Conce) ya tenían artistas que lo hicieron antes.

Fue en ese momento en que Fernando asumió, según sus propias palabras, que «estaba puro perdiendo el tiempo. Dije no, no puedo seguir experimentando algo, tengo que empezar a crear yo. En ese momento volví a las cuecas, porque siempre ha sido mi lugar seguro. Tuve que dejar de pensar en que el folclor puede experimentarse, porque ya está todo inventado. No puedo ir en contra de la cultura de Chile». Él llamó a sus experimentaciones ‘Pop Orgánico’. Era, básicamente, pop hecho con instrumentos no usuales para dicho género, como el cajón peruano. Para despedirse de aquello, compuso y grabó un EP titulado ‘Salto de Vida’.

Los cambios

Tras dos años de estudios y música en Concepción, Fernando encontró trabajo en la comuna de San Carlos, actual región del Ñuble. Se dedicó a trabajar como sonidista en un colegio artístico de esa ciudad. «El tema de las cuecas es un submundo, es un círculo donde tú conoces mucha gente alrededor de todo Chile. No me fue difícil encajar aquí en las cuecas. llegué y ya tenía grupo para tocar. Pero me sentía estancado en lo mío, decía ¿qué puedo hacer? Me gustaba hacer música, producía música electrónica, a otros artistas, rap, artistas de Puerto Montt», narra.

Al ver que sus colegas estaban trabajando y fortaleciendo sus proyectos, Tano Ponce se preguntaba qué podía hacer para replicarlo. Corría el año 2022. «Ya había pasado el tiempo acá y dije: ¿sabís qué? no hay ningún artista de corridos tumbados en Chile. Siempre me ha gustado la cultura mexicana y encontré súper válido que algo tan tradicional y autóctono del país esté tomando un auge mundial. Eso no ha pasado con Chile, no hay un artista actual de talla mundial que haga guaracha chilena, por decirte algo», explica. Y añade: «los corridos son básicamente música regional mexicana. Es música que viene de las entrañas de México».

Actualmente, los corridos tumbados cuentan con exponentes mundiales como Christian Nodal, Natanael Cano, Peso Pluma, Junior H, Xavi y muchos más. «Hay caleta de artistas que se escuchan aquí en Chile, pero no hay ningún chileno. Así se me ocurrió empezar a adentrarme en esto», afirma el cantante. Eso sí, a su juicio, hay una gran complicación para hacer este tipo de música: ‘sonar a México’. «Yo trabajo con productores mexicanos, porque cuando decidí hacer corridos tumbados quería que suene a eso», rememora.

Mirando al mundo

Igualar ese sonido estando en Chile iba a ser un obstáculo para Tano Ponce. Podía tardarse mucho tiempo y eso conllevaba el evidente riesgo de quedarse atrás. «Empecé a buscar en plataformas y a hablarle a los productores a ver cuál me cobraba menos. Quería saber cuál era el trabajo que hacía, que se escuchara decentemente y dije, ‘ok, esta es la mía’. Comencé a pagar, como todos, mucha cantidad de plata en trabajar con gente fuera de Chile. Lo único que yo tengo aquí en mi casa es un home studio donde grabo mis voces», cuenta a El Sureño.

«Yo me mezclo, me masterizo, pero la instrumentación o la ejecución de los instrumentos viene directamente de México. Por eso suena así, por eso suena tan original. Así es como llegué a los corridos tumbados, dije ‘aquí me quedo’. Mezcla perfectamente lo que quiero hacer, que es algo de talla mundial, y al mismo tiempo algo folclórico. Hay algo súper curioso, que no sé si la gente se ha dado cuenta cuando intento demostrárselo, pero hay ciertos ritmos y cuadraturas de los corridos que calzan perfectamente con el ritmo de la cueca, que sería el seis octavos», añade.

Eso, dice, le abre mucho las posibilidades para desarrollar su creatividad musical. «Hoy hay una gran evolución de artistas que están haciendo folklore como el Martín Acertijo, por ejemplo. Él está haciendo algo que se llama Corte Chilenero. En realidad eso es el cambio de nombre de algo que existió por ahí por el 2015. El corrido tumbado también se presta para eso, porque tiene la misma cuadratura en cuanto a los compases. Actualmente estoy trabajando algunos temas donde estoy metiéndole pandero entremedio, como bien chilenero, pero sigue siendo un corrido tumbado», comenta.

Profeta en su tierra

Fernando ya ha grabado y lanzado siete sencillos a través de sus plataformas. El último se titula PA’ MI EX :( y está disponible desde el 2 de enero pasado. Mientras sigue sumando visitas en sus canciones, Tano Ponce cree que tiene una especie de deuda pendiente con la tierra donde se forjó como músico. Durante su experimentación como solista, dice, tuvo episodios en que sentía que su proyecto artístico no cuajaba. «Ahora que ya tengo ese perfil formado en los corridos tumbados, estoy tratando de hacer de nuevo las redes en Puerto Montt. Sé que es complicado, estoy a varias horas, pero tengo ganas de hacerlo, estoy motivado», revela.

«Estuve en un tiempo súper echado, era un artista de estudio nomás, tiraba cosas y no me presentaba. Ahora ya estoy tratando de hacer un buen show en vivo a modo personal como Tano Ponce y también trabajando el show en vivo con Medialuna de Amores. Afortunadamente nos ha ido muy bien, lo que también, y se lo he dicho a los muchachos y lo agradezco harto, me ha abierto las puertas en varios lados como Tano Ponce. Hay gente que me cacha del grupo, después escucha mi carrera como solista y enganchan también», agrega.

El músico asegura que se encuentra grabando y componiendo más canciones, aunque sin proyectarlo, por ahora, como un disco. Tiene colaboraciones pendientes y grabadas con artistas del mismo género, de la música urbana y también tropicales. Muchos se han acercado al escuchar su proyecto innovador, dice. También proyecta una gira como solista por el propio México, a donde irá con un grupo folklórico de San Carlos con el que toca en otra gira diferente. «Mi mayor proyección es poder hacer música y empezar a generar un show en vivo», reitera.

La cultura

En estos días se desarrolla el Festival de la Canción de Viña del Mar y, tras varias semanas de polémicas, el reconocido artista de corridos tumbados, Peso Pluma, no se presentará en la Quinta Vergara. En su reemplazo actuará el rapero argentino Trueno. Las razones no tienen que ver con el planteamiento de Alberto Mayol relativo a la narcocultura, sino que a situaciones de la vida amorosa del mexicano que se ventilaron por todos lados. Aún así, el debate quedó sobre la mesa.

Para Tano Ponce, el estilo conlleva un aspecto cultural, como lo es la relación de los carteles de drogas mexicanos y algunos artistas. El cantante nacional arguye que hubo un prejuicio generalizado con Peso Pluma, uno más de los que le cantan a narcotraficantes. «Se presentan en todo el mundo, en la televisión estadounidense y nadie se escandaliza», expone. También recuerda que ‘Los Cuates de Sinaloa’ aparecieron cantando un corrido en la famosa serie norteamericana Breaking Bad.

«Este nuevo estilo musical abarca muchas cosas, no solamente drogas, también yo, por ejemplo, hablo de amor. Es parte de lo que mueva la gente, o sea, es cosa de escuchar a los artistas urbanos, de lo que hablan, de las poblaciones más peligrosas de Chile y se sienten representados. Eso es lo que busca un artista, poder representar a más gente, eso es todo. Invito a la gente a que escuche, a que disfrute también, a que lo pase bien y que viva la variedad musical, la diversidad, eso es lo importante», cierra Ponce.