El compromiso de REMIM Osorno por reclamar lo justo

Desde fines del año pasado, decenas de mujeres que trabajan en torno a la música en Osorno decidieron reunirse y formalizar una agrupación. Así nació REMIM Osorno, la Red de Mujeres en la Industria de la Música de Osorno. La idea era visibilizar el trabajo que realiza cada una de estas mujeres y que, históricamente, han sido algo relegados.

La presidenta de REMIM Osorno es la destacada cantante osornina, con más de 27 años de trayectoria, Karina Scheel. La artista conversó con El Sureño acerca de los motivos y las proyecciones de la agrupación que incluye a mujeres vinculadas a la industria musical. «Ya sean cantantes, músicas, instrumentistas, arregladoras, coristas, intérpretes, visuales, DJs,, productoras etcétera. Es para todas las que estén involucradas dentro de la industria», recalcó.

Sobre la composición de REMIM Osorno, que comenzó con convocatorias abiertas, Scheel señaló que «hay algunas (mujeres) que son más nuevas, hay algunas que tienen mucho más tiempo de trayectoria. Hay algunas que tienen muchas más plataformas que otras. En el fondo es para igualar este trabajo, es decir, visualizarlo delante de la gente».

Karina Scheel en una de las actividades de REMIM Osorno

Necesidad imperante

Bandas, animadores, Dj’s, productores; todos hombres, o la inmensa mayoría. Ese es el diagnóstico que había en la escena. El gesto de agruparse comenzó cuando, junto a otras artistas mujeres de la ciudad, decidieron concretar el clásico «podríamos hacer», según Scheel. «Tras bambalinas de cada tocata, siempre hubo la inquietud de hacer una formación así. El ‘oye, podríamos juntarnos, podríamos organizarnos, ese podríamos finalmente tuvo su fruto cuando la ONG Impulsa nos prestó el espacio para reunirnos», reveló. «Llegaron hartas mujeres con la misma inquietud de tratar de ser visibles dentro de la ciudad. De pronto, tratar también de dignificar el trabajo de la mujer», añadió sobre los inicios de REMIM Osorno.

Y es que estas acciones también se enmarcan dentro de la lucha por la equidad de género, en este caso, en la industria musical. «Tratar de ganar las mismas platas, de tener escenarios tal cual como lo tienen los hombres, porque hay muchas bandas de mujeres en Osorno que no se han visualizado. También el trabajo que las mujeres hacemos con pequeños colegios, organizaciones, solidarios, trabajo con niños, niñas y que es importante que la ciudad pueda saberlo», dijo Scheel.

Para ello, se propusieron, la generación de redes es fundamental, tanto con el propio municipio de Osorno como otras entidades. «Redes con los medios de comunicación, redes con distintas organizaciones también que hay en Osorno, que puedan contar con nosotras. Tal vez en algún futuro armar un festival de puras mujeres. Esto, sin desmerecer obviamente todo el trabajo que hay detrás del tecnicismo donde hay muchos varones, que eso es indiscutible», señaló la presidenta de REMIM Osorno.

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Trabajo intenso

Karina Scheel explicó que la organización comenzó a establecer redes con la Oficina de la Mujer en Osorno, dependiente del municipio. También buscan con esos lazos trabajar en programas como Mujeres Jefas de hogar, donde algunas integrantes de REMIM Osorno realizan talleres. «También participamos en la conmemoración del 8M este año. Trabajamos con todo el grupo de chiquillas», contó a El Sureño. En aquella oportunidad fueron parte de la articulación con otras organizaciones de mujeres de la ciudad.

Hoy en día, los objetivos de REMIM Osorno son claros, según su presidenta. «Queremos tener nuestros propios espacios para poder trabajar. Para eso tenemos que vincularnos con la municipalidad y ver si es que ellos nos pueden otorgar un espacio. Queremos tener una oficina y luego podríamos tener nuestro propio espacio, para poder hacer nuestros conciertos, nuestras producciones. Faltan en Osorno, y no solamente para las mujeres, sino que para todo el ámbito musical, espacios para poder mostrar música», planteó.

Asimismo, Scheel tocó un tema que involucra a las audiencias que se conectan con los y las artistas en Osorno. «La gente igual está acostumbrada a que todo lo quieren ver gratis, y eso también significa harto trabajo para toda la gente que está metida en la música. Es harto gasto en producción, en colaboraciones, en instrumentos, en tiempos, en ensayos», indicó. «Hay poquitas que nos dedicamos al tema profesional de la música. En realidad somos todas profesionales, pero no todas se pueden dedicar al cien por ciento», añadió.

Llamado

Otra de las falencias a las que apuntó la presidenta de REMIM Osorno sobre la industria en la zona es responsabilidad de las y los locatarios. «Tiene que ver con el pago de los derechos de autor. Hay casi nada de locales que pagan el derecho de autor aquí en la ciudad. Eso nos complica y nos afecta un montón porque todas nuestras obras están inscritas. La gran mayoría de las mujeres tienen sus obras inscritas. Cuando tú vas a trabajar a un bar, por ejemplo, no puedes hacer tu planilla de ejecución de trabajo porque ellos no pagan el derecho de autor, por tanto, uno pierde todo ese derecho», explicó.

«El primer llamado para los bares y locales, restaurantes, casinos, festivales, qué sé yo, todo lo que se haga, por favor, pagar los derechos de autor. Eso nos ayudaría bastante. Lo que requerimos son espacios, espacios públicos para hacer intervenciones musicales, producciones, de cualquier tipo. Y que esto pueda ser remunerado por la municipalidad, porque estamos entregando algo a la comunidad. Algo que es un trabajo artístico, cultural, que si resulta bien, la gente lo agradece también. Hay espacios bonitos todavía que no se conocen más que el Parque Chuyaca, el Parque Cuarto Centenario o el Parque Bellavista. Está el Paseo Patrimonial, que está súper lindo. Hay gente que ni siquiera conoce ese lugar», complementó.

También realizó un llamado a los colegios «para que nos inviten a todas. Tenemos harto que entregar, harto que enseñar, harto que dejar legado para los niños, en realidad, también. Para toda la comunidad está eso». Scheel mostró el orgullo que le provoca el aumento de mujeres trabajando en la industria musical. «Hay una señora que cantaba en la época de los 80 y era la única que cantaba. Y después partí yo en los 90 y no había más mujeres», recordó. «Si una puede, ellas también pueden. Y ahora tienen muchas herramientas para poder hacer música en su casa, home studios. Antes costaba demasiado, ahora no cuesta tanto. Entonces, si tienen las ganas, que sigan adelante por sus proyectos propios, que crean en ellas, que lo pueden lograr», cerró.