Reina Luisa si que es para siempre
Solo cinco minutos habían pasado desde que el reloj marcó las ocho de la noche de este invernal viernes de agosto en Osorno. La lluvia hacía lo suyo en las afueras y miles de osorninos/as volvían a sus casas tras una húmeda y oscura semana. Al interior del Teatro Municipal de la ciudad, Gerardo, Nicolás y Carlos se acomodaban en ese escenario que no pisaban juntos desde noviembre de 2018. Aquella vez fue para presentar «Osorno», el disco larga duración debut. Este viernes lo hicieron para tocar por primera vez en vivo «Nunca es para siempre», su segundo LP estrenado el 30 de mayo pasado. Reina Luisa estaba listo ante su público que, prácticamente, repletó el recinto.
Tal como parte el álbum, el show inició con ‘Al borde del final’, canción en colaboración con Dodo, prendiendo a los cerca de doscientos espectadores. Y es que, pese a los temores que sintieron los integrantes de Reina Luisa, las entradas se agotaron un par de días antes del show. Ese dejarse estar de la fanaticada casi hace pender de un hilo el concierto, según comentó Gerardo Pérez, vocalista y compositor del grupo. Luego vino el coreadísimo ‘¿Qué pasó?’, tema que rápidamente dio luces de la confianza de la banda para y con su público. Uno de los guiños de Reina Luisa a sus anteriores producciones que se sumaron al setilist de ‘Nunca es para siempre’.
‘Ciudad Infierno’ del nuevo disco fue la siguiente canción. En todas las producciones se hacían escuchar voces coreándolas. La mayoría de las personas que estaban allí a esa hora habían escuchado el nuevo disco y eso se notaba. Tras este bloque de tres canciones vino el primer saludo de Gerardo a sus fieles seguidores. La emoción se sentía en sus palabras, al igual que la complicidad. El show, a esas alturas, ya prometía que iba a ser inolvidable. La calidad del sonido, sumado al juego de luces y a lo novedoso de tocar por primera vez el disco para tanta gente fueron los ingredientes para la receta perfecta.
A otro nivel
‘Social club’, la canción que retrata con mirada crítica a la sociedad chilena y osornina y ‘500 años’, que muestra el devenir de la colonización hasta nuestros tiempos se escucharon tras la primera intervención. Luego, ‘Nos va a doler’ y ‘Conmigo nadie gana’ se estrenaron en vivo, para seguir con ‘Me toca ganar’ y ‘La vida nunca espera’. Una mezcla entre antiguas y nuevas canciones que solo demostraban la madurez musical de Reina Luisa hecha concierto. Una pequeña intervención contando sobre cómo se gestó el disco fue el preludio para una seguidilla de canciones nuevas, pero coreadas.
‘Olvidados’, ‘Ruinas’, ‘Para qué quieres volver’, ‘Quédate un ratito más, aún no quiero despertar’, ‘Aves de papel’ resonaron en el Teatro Municipal. Poco a poco se iba completando el repertorio de ‘Nunca es para siempre’. Para concluir ese bloque de canciones llegó uno de los momentos más emotivos del concierto. Andrés Pérez, el destacado músico nacional, director de la orquesta del Centro Cultural de Osorno, hizo su aparición. Y es que la canción instrumental que da nombre al disco, es una colaboración con el saxofonista, quien tocó junto a la banda mostrando el excelente nivel del trabajo. La atmósfera era de profunda admiración del público y de los propios músicos.
Tras los aplausos y los agradecimientos, Gerardo Pérez contó sobre el gusto que se dieron como banda al tocar junto a Andrés Pérez. Ese fue el inicio de las gratitudes que quisieron compartir como grupo. En ese momento comenzó la intervención del vocalista agradeciendo al equipo de apoyo, entre técnicos, logística, patrocinios, autoridades, familiares y amistades. En el fondo, a todos y todas quienes ayudaron a Reina Luisa a hacer su trabajo musical y también para levantar un concierto a tan alto nivel en Osorno. La emoción quebraba la voz de Gerardo a ratos y, sin dudas, a muchos de los que estaban sentados también les pasaría si tuvieran que haber hablado en voz alta.
Con ganas de verlos
‘Ya po’ y ‘La piel’ fueron las canciones elegidas para volver a la música tras el genuino y sincero relato de Reina Luisa como muestra de gratitud. ‘Palpitar’, el tema de coro pegajoso que grabaron con Yorka cerró la presentación en su parte previa al BIS. El público, levantado de sus asientos eufóricos, pedía que Reina Luisa no acabara el show. Era obvio el retorno, pero el show debe tener de todo y esa cuota de suspenso y quedar con gusto a poco es parte de. Las luces se apagaron apenas dejó el corazón de palpitar, momento en que la banda aprovechó para un breve descanso tras bambalinas.
Ni bien se prendieron de vuelta los focos que apuntaban al centro del escenario, apareció Gerardo Pérez sentado junto a su guitarra acústica. Hizo vibrar las cuerdas con los acordes de ‘Contigo esta noche’, la canción a voz y guitarra del disco ‘Osorno’. «Déjame estar contigo esta noche», dice esa obra. Parecía el mensaje preciso que quería entregar el músico a los cientos de espectadores. Y es que recorrió de ida y vuelta los pasillos que separan las butacas del teatro con la guitarra y su voz para dedicar la pieza a quienes tuvimos la fortuna de estar ahí. La emoción estaba a tope.
De vuelta al escenario, con los aplausos cerrados del público y el regreso de Nicolás y Carlos a sus instrumentos y posiciones, siguió el show. ‘Que se queme la ciudad’ fue la antesala del final del concierto para el recuerdo que acababa de brindar la banda de pop que, tal como el fuerte, clavó su nombre a orillas del Rahue. «Tengo ganas de verte / y que de pronto me sonría la suerte» es el inicio de ‘Tengo ganas de verte’, la canción junto a Bocho que cerró la jornada. El público sació sus ganas de ver a Reina Luisa, pero se abrió el apetito por tenerlos en más escenarios. La suerte no corre a estas alturas, es el trabajo de Reina Luisa lo que los llevó a brindar un show imperecedero. De lo mejor que una banda de Osorno puede darle a su propia ciudad.
Voces
«Fue un sueño, estar en tu ciudad, jugar de local y que se llene, es impagable, no se si le pasa a muchas bandas, y en la realidad osornina menos. Hubo mucho trabajo, mucho trasnoche, nosotros nos encargamo de la mayoría de las cosas, de guionizar todo el show. Estuvo entretenido generar las estructuras, hacer arreglos nuevos, hacer cosas distintas y entretenidas que no suenan en el disco. Ese es el brillo de hacer un show en vivo, que la gente se venga a sorprender. Ahora esperamos girar de sur a norte, estamos conversando, pero en octubre sería. Vamos a estar en Santiago igual», reveló Nicolás Durán, guitarrista de Reina Luisa tras el show.
El baterista, Carlos Leal, dijo estar «súper emocionado, porque se siente harto el cariño. Me sorprende cuando gritan, ¡Carlitos! Es un cariño pequeño, pero es un reconocimiento de una persona a ti. El cariño se siente caleta en los aplausos, en los gritos, en la gente que se paró de manera voluntaria a cantar al final. Ensayamos caleta, planeamos caleta, aún así faltó tiempo para planear, pero dentro de todo salió, diría que perfecto. Era mucha pega para un grupo pequeño. Uno no asimila cuánta pega va a ser. Uno de repente dice, en un día hago esta pega y te toma una semana. Tenía miedo de que saliera mal, pero salió perfecto».
Roberto (23) y Felipe (24) son dos jóvenes osorninos que, terminado el concierto, fueron a esperar a los músicos a la salida. » Somos seguidores hace mucho tiempo, desde como el 2017, cuando recién empezaron a sacar sus cosas en Soundcloud. El primer EP que tuvieron, de ahí empezamos a escucharlo, me acuerdo que comenzamos escuchándolo en la sala de computación del colegio. Estuvo increíble toda la puesta en escena, con las luces. Cuando vinimos a verlos la primera vez acá, igual lo mismo, ahora mejoraron incluso aún más de lo que ya estaban por esa época. Fue un show muy bacán», compartieron.
Impulso
Tras los saludos y abrazos respectivos con familiares, amigos y amigas, Gerardo Pérez aún tenía energía post show. «Ahora estoy muy contento, exaltado, todavía con energía de la bajada del escenario», dijo a El Sureño. Y es que, jamás, precisó, habían tenido un concierto de esta categoría. «Sincronizando cosas, pantallas, luces, fue harto para nosotros. Es la típica, cuesta harto hacer música en Chile, no es cliché, es real. Más cuando uno viene de Rahue Alto, de la Carlos Condell, de poblaciones de mierda, donde no hay futuro. Un chico como yo, creo que tiene que estar agradecido de que le pasen estas cosas, de poder llenar un teatro en tu ciudad. Me siento muy contento, muy agradecido», expuso el vocalista y compositor de Reina Luisa.
Para el cantante, esto fue un impulso para seguir, «yo creo, por lo menos un rato. Estábamos que nos tirábamos de las mechas y la última semana, estábamos con un nivel de estrés cuático. Fue poco ensayo, pero creo que salió bien. La sección difícil fue la de las canciones nuevas, porque era tocarlas desde cero, nunca las habíamos tocado. Después de eso ya fue pasarlo bien». Para la gira que están planeando y que los llevará a Santiago como confirmó Nico Durán, Pérez apuntó a que invitarán artistas. «Allá es más sencillo eso. En algún momento habíamos pensado traerlos a Osorno, pero implicaba una inversión pesada. Pero en Santiago están más que invitados. Yo creo que van a aceptar», lanzó.
Sobre la emoción del concierto, indicó: «mucho rato cerré los ojos tratando de escuchar a las personas cantar, porque es un bonito regalo. Y pasé mirando así, saludando, como mirando a las caras dentro de los que pude. Como que pasé a grabar, a sacar fotos en mi cabeza porque es un regalo. Porque no sé si podamos hacer un show así, de esta categoría quizás en cuántos años más. Fue un concierto redondo. Siempre hay detalles, pero fue un concierto bonito. Fue el mejor de la banda, el más maduro. Buen set de canciones, bien ordenado, todo muy bien».
Fotografías: Raúl Snow @Imraulsnow