Luis Slimming vuelve a Osorno: «el cambio más drástico es que mi señora ya no trabaja de enfermera, sino que conmigo»

El próximo miércoles 23 de octubre, Luis Slimming se presentará nuevamente en Osorno, tras casi un año desde su útimo show en la ciudad. El comediante capitalino vuelve al sur en una gira por regiones en lo que será la previa a su show en el Teatro Caupolicán el 23 de noviembre. Slimming se presentará en el Hotel Sonesta a partir de las 21 horas de aquel día. Las entradas se pueden adquirir por medio de Ticket Plus.

Tras un año que comenzó con un exitoso paso por el Festival de Viña del Mar, el rostro de El Sentido del Humor ha vivido cambios importantes en su vida. La popularidad creció inevitablemente y con ello también las oportunidades de trabajo. Incluso, el humorista estuvo en el proyecto de humor televisivo de Fabrizio Copano en Mega, El Antídoto.

Sobre eso y más habla Slimming en su nueva rutina que presentará en Osorno y otras ciudades del país. Hubo un episodio que lo marcó este 2024 y que fue la muerte de su madre. A pesar de lo difícil que es vivir un momento de ese tipo, el también matemático pudo usar el humor como terapia. «La rutina es sobre eso, pero sí estoy haciendo un pequeño bloque donde hablo del tema», adelanta a El Sureño.

Procesar el dolor con humor

Luis Slimming se toma un espacio dentro de su ajetreada rutina que incluye podcasts, ensayos y shows para conversar con este medio. Sobre el contenido de su espectáculo, afirma que sigue ciertos patrones. «Sigue el pinochetismo, sigue habiendo chistes de eso», dice entre risas. «Hablo un poco de cómo me ha cambiado la vida después de Viña. Siempre trato de meter actualidad, las cosas que han estado pasando, anécdotas familiares», agrega.

Y sobre el fallecimiento de su mamá, ocurrido en mayo de este año, asegura que «si bien es algo triste, igual se pueden sacar risas de ahí. A pesar de que la gente no lo espera, ni yo tampoco, he logrado desarrollar un bloque que es bien divertido. Eso me permite hablar de algo que a lo mejor a alguien le puede servir, quizás a llevar el duelo. No se trata de eso el show, por lo menos hay unos cinco minutitos donde hablo de eso y que me tiene bastante contento. Me permitió hablar de algo doloroso sin sin siquiera saber que podía».

Don Comedia añade que esto «sirve procesar mi dolor con humor. Si bien no lo pensé así, sino que simplemente se dió y me pasaron cosas divertidas dentro de todo. Me tocó hablar particularmente de mi mamá, público difícil dije una vez y hubo risas. Me dije, mira, a lo mejor eso se puede usar, y empecé a partir de eso a elaborar un bloque. La rutina no se trata de eso en absoluto, solo son cinco minutitos, pero me ha servido. Lo he estado usando hace poco».

Nueva vida

Respecto de las repercusiones que trajo su paso por Viña, Slimming, previo a su venida a Osorno, plantea que ahora debe tomar ciertos resguardos. «Ahora tengo que medir mucho más mis palabras, porque si digo alguna talla en el programa, sale en el diario. Tengo que andar con más cuidado en esas cosas. También, por ejemplo, he podido ser un rostro de publicidad, cosa que yo jamás pensé que iba a pasar. Por ese lado también ha sido un cambio», reconoce.

Eso sí, el más drástico de estos «ha sido que mi esposa, que es enfermera, dejó de trabajar como enfermera y ahora trabaja como parte de la empresa. Ella ve el tema de las finanzas y todo eso, mi señora es mi jefa, hueón. Entonces yo creo que eso también ha sido un cambio, pero que ha sido para mejor también. Pasamos más tiempo juntos, pero tampoco lo suficiente como para que nos caigamos mal, entonces ha estado bueno».

Actualmente, lleno de trabajo y grandes, pero también íntimos, escenarios, cabe preguntarse que es lo que viene para Luis Simming. «Es bien difícil esa pregunta, porque siempre uno espera que la cosa vaya más arriba. Ahora tendría que llenar un Movistar, tendría que irme a Nueva York como Fabrizio (Copano). Y la verdad es que yo estoy tan contento con cómo están las cosas, que mi meta es mantenerme, no caerme nomás. Ojalá mantener los shows, poder seguir haciendo bares, poder seguir haciendo teatros, poder seguir haciendo giras», apunta.

Humor vieja escuela

Uno de los comentarios más repetidos que tuvo la rutina de Luis Slimming tras su paso por el Festival de Viña del Mar fue que hacía recordar a los clásicos cuenta chistes que parecían en extinción. Esas son algunas consecuencias del alcance televisivo que saca del nicho a algunos artistas. Para Don Comedia la cosa no era tan así. «Nunca lo vi así hasta antes que me lo dijeran. Yo pensaba que más o menos estábamos haciendo todos lo mismo», precisa.

«Cuando trabajaba con Copano, con Edo Caroe, todos ellos son de chistes cortos, de chistes rápidos, no son historias largas. Entonces yo tampoco pienso que estoy haciendo algo tan original, quizá el estilo de cómo lo digo suena como Alvarito Salas. Suena como antiguo, pero no creo que vaya por el chiste corto, así como que casi que reinventé el chiste corto. Yo creo que no, solo que, claro, lo digo de una forma quizás que suena como lo diría un papá o un tío. Creo que lo que hace un poco la idea de que traje humor del pasado, es simplemente que por mucho rato se dejó de hablar de ciertas cosas por el miedo al que dirán, a la funa», agrega.

Ese temor, dice, se transformó. «Ahora yo creo que todos hemos tenido la madurez y el aprendizaje de que se pueden hacer chistes de minorías, por ejemplo, sin ser peyorativos. No tenís que reírte del gay para hablar del gay. Antes era, ah, si eres gay tienes que agarrarlo para el chuleteo, y no es así, porque no hay nada gracioso en eso. Pero sí hay otras cosas graciosas en torno a eso, y así con todos. Por decirte, hacer chistes de las suegras, si tu suegra queda mal, obviamente es pesado, pero si el que queda mal es tú, ahí sí existe un chiste de suegra que está bien. Y ni siquiera tan así, pero yo creo que va por ahí. El punto de vista es más moderno, pero los temas son los mismos de siempre», expone.

Internet vs televisión

Luis Slimming fue parte de varios espacios televisivos como guionista y creativo. Tras la experiencia de El Purgatorio en Canal 13, este año tuvo su paso por El Antídoto de Mega. El espacio, liderado por Fabrizio Copano, contó con el trabajo de varios comediantes, incluido Slimming. Los resultados, sin embargo, no fueron los esperados. Es distinto el panorama para hacer comedia en televisión abierta que en Internet. En la web, Slimming tiene su mayor nicho de fanáticos y, tal vez, sus genialidades más puras.

«Es muy difícil hacer humor en la tele, porque la tele busca la transversalidad, busca hacer reír a la gente que ve tele. Y esa no es la misma gente que consume internet. La gente que ve internet y que ve tele, va a preferir mil veces el internet, porque en internet no tienes que censurarte. Las marcas son mucho más flexibles, el lenguaje es mucho más flexible. No tienes que pensar en que hoy mi jefe se va a enojar, porque acá mi jefe soy yo mismo. Creo que esa libertad de internet cuesta mucho que se traspase a la tele», reflexiona.

Además, el experimentado comediante señala que cuesta mucho trabajo rellenar dos horas semanales de programa. «El mismo ‘Entre broma y broma’ que es el programa de conversación que hago en internet, no tiene pauta y es conversar nomás. Eso en la tele no se podría hacer. Yo hablo de todo, si se me ocurre un chiste ordinario lo digo nomás, y si viene un garabato lo digo. Eso es lo que cuesta un poco pasar de internet a la tele. Por otro lado la tele tiene esta masividad que es bonita, que yo encuentro que los festivales la traducen bien. Uno cuando va a un festival, llega ahí a la tele con las reglas de la tele, y uno sabe cuáles son. Pero es una noche, no es un programa de seis meses», recalca.

Comedia en regiones e invitación

La venida de Slimming a Osorno trae consigo la pregunta por las chances que tienen las y los comediantes locales de hacer carrera. Irse a Santiago parece ser la opción más viable para vivir de ese arte. «Yo creo que lo que más falta ahí es la oportunidad nomás. En regiones yo creo que hay gente talentosa, solo que no tiene dónde explotar y dónde practicar. Yo tengo el privilegio de ser santiaguino, los canales están en Santiago, los grandes bares están en Santiago. Para mí, preparar una rutina de humor que yo pueda practicar y saber que hace reír, puedo llenar ciertos bares y tener gente que va. Pero también cuesta, porque al principio los bares no te contratan si tú no eres conocido», asume.

«Eso es lo que más cuesta, porque yo para hacerme conocido tuve que trabajar con otra gente que era conocida. De a poquitito irme metiendo. Eso es lo que cuesta, tener la oportunidad nomás. Gente talentosa hay en todos lados, lo que cuesta es pegarse el salto. Por eso muchos migran a Santiago, como Macelo (Valverde), que es de Arica. Mucha otra gente que es del sur y llega a Santiago y ahí empieza a brillar y después se va. Por ejemplo, Valdivia ahora tiene un bar que se llama La Bota, que es espectacular, porque permite llenarla todas las semanas con artistas de todos lados. Ojalá todas las regiones tuvieran un espacio así», agrega.

Luis Slimming cierra invitando «a toda la gentede Osorno a que vayan al hotel Sonesta el 23 de octubre a las 21 horas. Pueden comprar las entradas en Ticket Plus. Aún quedan el 50% de las entradas por vender, así que vamos, vamos, levántate papito. Llevamos un show bonito, con todo lo que a ustedes les gusta. Estamos todos intentando armarlo para poder cerrarlo el 23 de noviembre allá en el Caupolicán. Así que vamos a estar a un mes de eso, para que todos puedan ayudarme a sacar lo que haya que sacar y no hacer lo que no haya que hacer»