Festival Caudal 2025: la edición independiente al alcance del sur
Hace quince días terminó la tercera edición del Festival del Libro Independiente Caudal 2025 en Valdivia. Pude ir a dos de sus tres jornadas, el sábado y domingo, los días más concurridos del evento y se notó. Mucha gente circulaba por el centro de ferias del Parque Saval desde temprano, y cuando hablo de muchas quiero decir cientos. Al ser una feria y un lugar en medio de un parque concurrido que tenía otras actividades en paralelo, es difícil cuantificar a los circulantes, pero en todo momento hubo curiosos hojeando libros o charlando con participantes.
Eran más de noventa expositores que llegaron desde casi todos los rincones del país, con diversas temáticas entre sus publicaciones. En un mismo lugar era posible encontrar dese narrativa autobiográfica hasta fantasía futurista o crónica ficcionada. En realidad la variedad de estilos y géneros literarios era tal que no se si queden muchos fuera. Y todo esto con el aliciente de que era la industria de la edición independiente la que estaba presente. Definitivamente, un camino difícil en este terruño llamado Chile. Más aún en el sur.
Entre tantas opciones para llevarse uno que otro libro, el festival contó con charlas y presentaciones de libros. Todas ellas con varias personas interesadas escuchando e incluso opinando o preguntando. Además, a la entrada del galpón había una sala a cargo del FICValdivia donde se estaban exhibiendo piezas audiovisuales de manera constante. Un gran acierto para sumar más actividades y transformar a Caudal en una experiencia única, dado su arraigo territorial.
Balance
Pedro Tapia, uno de los organizadores, me dijo que el balance era positivo y que estimaba que sobrepasaron las tres mil personas asistentes al festival. Esa era la meta, considerando el lujo que significaba tener un evento de ese tipo en un parque dentro de una isla en una de las ciudades más hermosas de Chile. Tapia también destacó que las actividades fueron concurridas y que el público se hizo presente en cada una de ellas, fuera de la feria propiamente tal.
«Logramos quizás hacer congeniar al público cautivo que tiene relación con el mundo del libro con gente que no necesariamente está vinculada al área. Para nosotros también es importante tener la posibilidad de hacernos este espacio. Es como un salto para nosotros, para también proyectar qué es lo que podemos hacer, cómo podemos ir generando mayor crecimiento a este evento, cómo se le puede ir dando continuidad, qué cosas se pueden mejorar», resumió.
Redes
Viajar tantos kilómetros, como lo hicieron editoriales de Antofagasta, Atacama, Santiago y tantas otras regiones del país, es siempre una apuesta a la hora de participar en eventos de este tipo. En esta ocasión fue lo que les pasó a muchos. Y es que desde la segunda a la tercera edición se acrecentó el número de editoriales presente desde unas treinta y cinco a las casi cien que estuvieron este año. Esto también permitió crear redes, al ser un encuentro de muchos proyectos que no siempre pueden cruzarse en el camino. Otro punto para Caudal 2025.
Ahora, en medio de los balances con números en mano y el merecido descanso para las y los organizadores de Caudal 2025, ya viene el pensar en la siguiente edición. Al menos el financiamiento ya está, al obtener nuevamente un Fondo del Libro entregado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Con este buen antecedente y un nutrido calendario de actividades, la vara quedó alta para enero de 2026. «Un poco antes de mediados de año ya vamos a organizar la próxima edición», adelantó Pedro Tapia. Nosotros, por nuestra parte, ya pensamos en estar en el próximo Caudal.
Todas las fotos son de Sofía Yelor.