Patricia Cuyul: la actriz que trajo el Caleuche de vuelta a su mar
Patricia Cuyul Vargas es actriz puertomontina, tiene una amplia trayectoria en cine y teatro y hace un mes fue galardonada con un Caleuche. Estos premios fueron creados por Chileactores y Fundación Gestionarte en 2015 y buscan que actrices y actores reconozcan el trabajo de sus pares. Caleuche es una palabra en mapudungún que significa gente que transforma. Cuyul, en una constante búsqueda por aprender y traspasar sus conocimientos, ha sido parte, más allá de la pantalla, de la transformación de las artes escénicas en la región de Los Lagos.
Todo se confabuló para que sea actriz
Estudiando en el liceo Salesiano de Puerto Montt, Cuyul se inscribió en un taller de teatro dictado por Alejandra Vera. En ese entonces, la actriz era una adolescente muy reservada y tímida, incluso imaginarse sobre el escenario le daba pudor. Con el paso del tiempo descubrió su pasión por el teatro, sentía que cuando actuaba se instalaba en otro lugar. «Me empezó a llamar la atención ese poder que tiene el arte escénico de la interpretación de poder volcar distintos momentos o espacios emocionales en la palabra, en el cuerpo, en la performance», recuerda.
Al finalizar cuarto medio se mudó a la capital para estudiar artes escénicas. Entró al Teatro Camino, compañía de Héctor Noguera, que luego se fusionó con la Universidad Mayor, egresando de dicha casa de estudios como actriz. Allí tuvo como primeros maestros a Alejandro Sieveking y Bélgica Castro. Luego tomó un seminario de actuación con Alfredo Castro, otro con Paula Aro y así fue perfeccionándose. «A mí me gusta mucho estudiar, además ahora me gusta mucho enseñar. Entonces siempre he tenido esa fascinación por aprender», cuenta la actriz. La decisión de viajar a estudiar a otra ciudad era compleja, principalmente por los recursos.
Para la actriz, estudiar en Chile no es accesible. Ella tuvo el apoyo de sus padres, su familia y los profesores de teatro: «Se confabuló todo para que pudiera terminar mi carrera». Con el paso del tiempo se dio cuenta de que la decisión había sido «visceral y emocional». Cuyul cree que, si bien la carrera de actuación es hermosa, implica tener mucha conciencia de la realidad. «Cuando yo pensé estudiar el teatro no pensé en esta sensación de inestabilidad que tiene el arte escénico en Chile», declara la actriz.

Patricia Cuyul.
El Caleuche de nuevo a su mar
Cuando egresó, sus primeros trabajos fueron junto a sus compañeros de escuela. Regresó a Puerto Montt el 2009, cuando quedó embarazada, ahí formó junto a Catalina Saavedra Gómez la compañía de teatro Chile-no. Durante este periodo se despeñó como actriz y directora en varias obras con las cuales viajó a lo largo de Chile y otros países. También ha incursionado en la danza con la compañía Reverso y Flor de Agua. Actualmente tiene una productora-agrupación llamada Cine Austral.
Vive en la región y solo viaja a Santiago o fuera de Chile cuando la llaman a proyectos audiovisuales, pero siempre por periodos acotados y definidos. Su primera experiencia audiovisual fue en la serie Ramona y en el cortometraje Martuca. A Poemas Malditos llegó por invitación de Juan Ignacio Sabatini, director de la serie. «Me había visto en una serie que se llama Inés del Alma Mía y había un personaje que pensó que yo tenía que hacer», recuerda Cuyul. Ella le pidió el guion y le pareció una historia fascinante. Tomó el papel y también participó con su productora Cine Austral realizando el casting para una parte de la serie que grabaron en el sur.
La grabación de Poemas Malditos fue en 2021, allí interpretó a Bruja, papel que la llevó a ganar un Caleuche el 30 de enero de este año. Cuyul dice sentirse muy honrada por el reconocimiento como mejor actriz protagónica en series, ya que es entregado por sus propios colegas. «Me acuerdo y me da mucha emoción», expresa la actriz, además cuenta que ahora la gente la saluda y eso es algo nuevo. En la región obtuvo reconocimiento de sus compañeros del sindicato Sidarte, del MINCAP y del municipio en la semana puertomontina.
Cuyul recibiendo el Caleuche.
Guiada por el agua
Para Cuyul, la escena teatral y artística en Puerto Montt ha crecido mucho, hay mucha gente creando en distintas áreas: teatro, danza, circo, cuentacuentos. «Yo siento que que hay una una hermosa diferencia desde que me fui en los años 2000, ahora hay muchos espacios que se abren al arte», dice la actriz. La ganadora del Caleuche menciona que falta financiamiento permanente para que los distintos espacios y colectivos se sigan desarrollando: «Hay muchos espacios que están vivos y necesitan de las redes para que sigan viviendo y aportando como lo han estado haciendo siempre».
La actriz cuenta que su familia -hijo, madre, padre y hermanos- es el pilar fundamental y los reconoce como parte de su inspiración. También tiene grandes mentores: Catalina Saavedra, a quien mencionó en su discurso de los Caleuche. Además Rodrigo Pérez, Vicente Ruiz y Alfredo Castro, pero también sus amigas, quienes, dice, son muy talentosas y dan todo por la gestión y producción de arte. Su sueño es tener un espacio formativo propio, por ahora dice estar con el «corazón llenito», volcada hacia los talleres de actuación.
Cuyul cree que en el área audiovisual hay mucho que hacer en cuanto a representación, más allá de sólo venir a filmar al sur. En cuanto al teatro, cree que es fundamental mantener los espacios como festivales o los Temporales de Teatro e inyectar más recursos. «La cultura es fundamental en la construcción de la vida del ser humano. Es un bien genuino, que nos hace bien y cuando algo nos hace bien tenemos que repartirlo». Por el momento, la actriz no está en proyectos actorales, pero está abierta a lo que «el universo le proponga». Dice que solo planifica una parte de sus actividades y lo demás deja que la «guíe las aguas».
Compañía Chile-no.
Dos alas de un barco
En su rol como formadora, Cuyul busca potenciar la artes escénicas en el territorio. Cree que las productoras deben ver al sur no sólo como un lugar donde situar una escena, sino como un lugar para crear. Para ella, las producciones deben trabajar con gente local, contratar actores, actrices y trabajadores de la zona. En este contexto, recomienda a las personas de la región que quieran dedicarse al teatro a tener «dos alas de un barco: una que lleve hacia los sueños, hacia lo mágico y creativo de la profesión, y otra que esté conectada con la tierra, con lo concreto».
Cuyul cree que la disciplina es fundamental, que el teatro acarrea una responsabilidad que se debe enfrentar con seriedad y mucho estudio. También cree que el trabajo colectivo es vital, que todo se debe hacer en comunidad, sin embargo, ella sigue siendo la joven introvertida y soñadora. Su timidez de la infancia hoy se convirtió en observación, dice que a veces es como un cangrejito, que se cierra, pero cuando se siente cómoda se abre a conectar. Siempre en las producciones es reservada, observadora y va tranquila por las piedras, abrazando esa parte de ella que no ha cambiado.
Patricia Cuyul.