Áreas protegidas, pero no de las salmoneras: rechazan artículo que prohibía nuevas concesiones
La tarde de este lunes la Comisión Mixta que zanjó la Ley SBAP rechazó la propuesta del gobierno de prohibir nuevas concesiones sectoriales en áreas protegidas. Un triunfo para los empresarios salmoneros defendidos por los senadores de la región de Los Lagos.
El artículo, que no era retroactivo, fue el único que no se incluyó en el proyecto final visado por la mixta. Ahora deberá ser votado en ambas cámaras para convertirse en ley. La votación sobre su aprobación terminó con un empate a cinco votos, lo que impidió su inclusión en el texto final.
Se crea el SBAP tras doce años
El diputado Jaime Sáez, miembro de la Comisión Mixta, explicó que “opera la institucionalidad actual, no va a quedar en el cuerpo legal de la SBAP. Lo que ocurra con las concesiones en áreas protegidas será materia que tendrá que resolver la futura Ley de Acuicultura”.
Sáez destacó que el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, SBAP, “va a ver la luz tras trece años de tramitación. Me parece que eso es un paso significativo para nuestro país. Agradezco la labor de la ministra Marisa Rojas que ha liderado este debate, ya que en dos gobiernos anteriores no se pudo avanzar nada”.
Campaña del terror
El diputado agregó que es importante generar tranquilidad y calma “a todos aquellos que mintieron descaradamente diciendo que la norma acabaría con la industria salmonera. Nunca fue efectivo que se perderían miles de empleos. Ahora operará la institucionalidad actual que no permite actividades industriales en zonas como Parques Nacionales, por ejemplo”.
El presidente de la Comisión Mixta, senador Juan Ignacio Latorre coincidió con Sáez. “Toda esta campaña de terror que se generó en los últimos días, con protestas de trabajadores porque iban a perder su fuente de empleo en el corto plazo si es que este proyecto se aprobaba es falso. Todas las concesiones que están operativas siguen funcionando”, explicó.
Un mal sabor, pero tranquilidad
Juan Carlos Viveros, de la organización Defendamos Chiloé, fue una de las personas que estuvo peleando por la normativa que impida nuevas concesiones en áreas protegidas. Para el ambientalista, desde un principio era difícil convencer a los miembros de la Comisión Mixta. «Sabíamos que uno de los votos dirimentes en la comisión era el de Matías Walker. Es un hombre que, hay que decirlo con todas sus letras, en varios proyectos de ley ha votado en contra de la ciudadanía», señaló.
Pero valora el trabajo realizado por defender las áreas protegidas. «Tenemos la sensación de tranquilidad de que dimos la tremenda batalla. Es primera vez que la industria salmonera saca a la calle a sus trabajadores. Lo consideramos un chantaje y un boicot tremendo, algo que no se debe hacer jamás, que a través de mentiras jueguen con la dignidad de sus trabajadores. Reconozco que hay una tristeza, un sinsabor, una amargura porque pensamos que había alguna posibilidad de generar conciencia en esta gente. Para otra ocasión, por ejemplo la ley de acuicultura, estamos más fuertes y unidos que nunca», dijo.
Y agregó: «tenemos en el Senado gente con el estado de conciencia muy arcaico, muy antiguo, que siguen pensando que todo es lucro, que todo es dinero. Ven al planeta y a las personas como meros recursos para obtener plata. Creemos que con el paso del tiempo va a ir cambiando aquello y que vamos a lograr tener en las cámaras gente distinta. Si no somos nosotros va a ser el planeta el que va a decir hasta acá no más y eso capaz que sea pronto. Estamos en emergencia climática y con el calentamiento global las salmoneras van a tener que salir igual de esas áreas protegidas».
David contra Goliat
Viveros descartó que tuvieran apoyo de ONG’s extranjeras, como plantearon algunos honorables que los llamaron ecologistas extremos.»Somos organizaciones locales, hay que desmentir a Calixto, a Sanhueza, al senador Kusanovic, al mismo Matías Walker, hay que desmentir a Fidel Espinoza. Somos organizaciones de Chiloé, Aysén y Magallanes. Son nuestras organizaciones de nuestra gente la que generó esta campaña de áreas protegidas, las que buscan que las salmoneras salgan de ahí. Eso es absolutamente falso, es una caricatura», planteó.
Y añadió que «cuando somos organizaciones locales y pequeñas, más que cometer errores tenemos muchas carencias. Lo que hacemos lo hacemos de corazón y a pulso. Tenemos muy pocos recursos, que prácticamente se juntan con cuotas de las mismas personas del territorio que forman las organizaciones. Eso hace que tengamos poca potencia para tener los recursos necesarios para enfrentar a una mega industria ultra millonaria».
Además, reconoció que, tal vez, les faltó realizar un trabajo más intenso con organizaciones más grandes. «Quizás pudimos haber dado un poquito más o haberlo hecho con un poquito más de tiempo, anticipación. Tal vez haber convocado a alguna de las organizaciones más grandes que sí tienen recursos. Pero ya para una segunda campaña de este mismo tipo vamos a estar mucho más preparados. Eso sí, jamás vamos a tener la posibilidad que tienen las salmoneras de tener una cantidad de recursos ilimitados prácticamente», cerró.