Moda sustentable y arte se combinaron en la primera versión de Vortex en Osorno
El pasado sábado 25 de noviembre se vivió una jornada de expresión de moda y arte en la primera versión de Vortex. Se trató del primer evento de la productora del mismo nombre y que reunió a diseñadoras locales. Hasta la terraza de la Casona Bulnes en Osorno llegaron decenas de personas para conocer las propuestas Slow Fashion. Además hubo música en vivo a cargo de Delay Delay y Violeta Meier.
En esta oportunidad, fueron cinco proyectos de diseño de vestuario de Osorno los que participaron en Vortex. Las marcas Fvego Textil, ANGELITO, Díazulado, Gatastróficas y 94 Moda Sustentable le dieron vida al evento pionero en su tipo. Con una atmósfera precisa, en un espacio amplio, las y los modelos recorrieron la pasarela mostrando cápsulas de vestuario.
Sweet Darkness, Amalgama, Flashback, Vampira y Golden Cat eran los nombres de las colecciones presentadas por las marcas. Con una recepción cálida y abierta se desarrolló el desfile en el que las diseñadoras pudieron lucir sus trabajos. La conformidad y emoción se hacían ver en sus caras al finalizar sus pasadas por la adaptada pasarela de Vortex.
Protagonistas
Ángel (27), es diseñadora de vestuario y su proyecto es Angelito. Según señaló a El Sureño sobre Vortex que «la instancia es maravillosa. Es algo que no pasa normalmente en Osorno. Hay demasiado talento y hay veces que no se está mostrando tanto, no hay tantas vitrinas. Y el hecho de que se haya hecho este proyecto, todo autogestionado, fue increíble. Diseñar algo desde Osorno fue una experiencia diferente para mí, en un muy buen sentido. La recepción del público fue bacán, no me esperaba que llegara tanta gente».
Nicole Díaz (28), en tanto, crea accesorios en su proyecto Díazulado. En esta oportunidad hizo por primera vez ropa. «Para mí fue un desafío, porque nunca me había presentado en algo así. Yo siempre he trabajado sola, autodidacta desde mi casa. Nunca había trabajado con un equipo creativo ni había hecho ropa desde cero o modificado ropa. Yo hago accesorios como bananos, mochilas y Valentina (Chacón) que es la creadora de Vortex fue la que me invitó a través de redes sociales. Con esto me motivó a seguir haciéndolo», dijo.
Constanza Baeza (25), creadora de Gatastróficas, calificó el evento como «innovador acá en Osorno. No había visto un desfile con concepto. Cada diseñador tenía su concepto distinto y muy variado. En general se hacen sólo de un diseñador y ahora eran cinco exponentes. También fue autogestionado y cooperativo, porque yo no soy tan experta. La Vale, que es la organizadora, es diseñadora con bastante experiencia y ella me guió para que yo aprenda y pudiera entregar un trabajo de mejor nivel. Yo soy diseñadora autodidacta».
Inspiraciones
‘Amalgama’ de Angelito está inspirada «en diferentes estilos de diferentes épocas de la historia. Mezclarlas en formas que fueran interesantes y nuevas, y mostrar estilos personales también. Mostrar prendas que no se puedan encontrar en otra parte y que hablen por sí solas. Poder comunicarse sin tener que decir palabras. Todo nace de querer diseñar para mí, de no encontrar ropa que me gustara o que me quedara bien. La gente que está alrededor mío me inspira mucho o cuando veo gente en la calle que me gusta. Creo que hay mucha gente que está haciendo proyectos muy bacanes en cuanto a diseño y merecemos más visibilidad».
‘Flashback’ de Díazulado fue inspirada «en los años sesenta, porque me gusta la música esos años. Quería mostrar un viaje en el tiempo hacia el pasado. Siento que toda la moda vuelve de alguna u otra manera y me gustan esos aires de los años sesenta. En esos años se veía el futuro como quizás fue en el 2000. Habían series que ocupaba ese estilo de ropa con hombreras, con bandas aglobadas. Con esta experiencia quiero seguir haciendo ropa. La Vale me enseñó a trabajar con moldería y eso yo no lo había hecho. Faltan cosas así como Vortex, porque es algo que la gente no conoce».
Por su parte, ‘Vampira’ de Gatastróficas buscaba mezclar y plasmar «el anticapitalismo y los vampiros. Los modelos son todos amigos míos, excepto una que llegó, pero que encajó perfecto en el papel, que yo le pedí que hiciera. Mi tema eran los vampiros. Entonces ella se puso la capa y lo dio todo. Mis modelos son amigos cercanos, que yo sabía que encajaban bien. Me junto con personas que son todos trabajadores y tienen una mirada bien anticapitalista».
‘Sweet Darkness’ de Fvego Textil «es una reinterpretación de la moda histórica. Su paleta de colores se combina para crear un contraste entre lo dulce y lo dramático, lo femenino y lo gótico. Esto, con un estilo sofisticado y moderno. La colección busca recrear un espíritu lúdico y caprichoso con detalles extravagantes del rococó. Se adapta a las tendencias actuales a través del uso de textiles transparentes y encajes», explicó Priscila Espinoza, dueña de la marca.
Impulsora
Valentina Chacón, diseñadora de vestuario, es la persona tras Vortex. Con su marca 94 Moda Sustentable, ha experimentado creativamente durante los últimos años. «El Slow Fashion de alguna manera lo empecé en cuarentena. Este año me lancé con Vortex dándome cuenta de las necesidades de los diseñadores y creadores, autodidactas como profesionales, que habían acá en Osorno. Entonces quise hacer esta plataforma autogestionada para poder entregar el concepto del arte, que no se ve mucho acá. Se ven más pasarelas comerciales, pero no artísticas», expuso.
Tras finalizar el desfile de las cinco marcas señaló estar «muy emocionada de entregar este trabajo durante tres meses, que se mostró durante dos horitas. Fueron meses de día y noche, donde estuvimos colaborando el uno con el otro y las colaboraciones con los artistas también. Siento que el punto focal de tener una estética general de maquillaje, vestuario y arte, música, es algo que se necesita. Vortex es el inicio para poder darle las oportunidades a otras y otros diseñadores de otras generaciones también. Me he dado cuenta de que las generaciones nuevas tienen otra mentalidad y forman esta propia línea, este propio estilo».
Chacón reveló que «encontré a cada diseñadora por redes sociales, dándome cuenta de que no tenían vitrina. No tenían ferias, porque cuando uno va a feria es como para accesorios o comida u otras situaciones que no son como una localidad conceptual. Y en esta circunstancia quise juntarlo todo. Estuve en varias búsquedas de espacios. El formato Vortex en sí, cada diseñador tuvo un concepto y teníamos que juntarlo. Y el área urbana siento que le dio mucho con cada graffiti, cada espacio. Y además que igual formamos todo lo que es la decoración del mismo espacio».