El Periplo de un Sauce (o un viaje por la emotividad de Janinva)
Arcoiris, Colores y Laberinto. Esas son las tres canciones que forman parte del primer EP como solista de Alejandro Álvarez, Janinva, o Janito pa’ los amigos. El vocalista y guitarrista de Kombo Negro retomó varias viejas ideas y desde el verano de 2024 que trabaja en su material propio. La banda, por su parte, pasa por un receso interrumpido solo por dos presentaciones el año pasado. Janinva decidió nombrar al EP como Periplo de un sauce, en alusión al árbol que habita en sus recuerdos más emotivos. Y también al viaje emocional y territorial que hizo para grabar las canciones que mezclan ska tradicional, 2 tone, y reggae.
Y es que el Campamento Dignidad de Francke y el sector de Zenteno fueron sus paradas en Osorno. Pero también grabó en Río Bueno, región de Los Ríos y en San Bernardo, comuna capitalina. Allí también se hizo el trabajo de mezcla y masterización, a cargo del artista y productor KreizyYere. «Son temas que hablan de emotividad, de infancia, apego, amor, felicidad sobre todo. Así lo podría como resumir, en general. Nacen de vivencias, pero también de la inspiración de lugares y de circunstancias. Musical y creativamente hablando quería experimentar sonidos más suaves», dice el compositor a El Sureño.
Janinva es el personaje que interpreta esta emotividad, y Las Tarras Muertas sus acompañantes instrumentales. Diego Arcos (saxo), Juan Ortega (saxo), Matías Garcés (trompeta), Víctor ‘Cremus’ Maripán (trompeta), Nelson Conejero (batería), Sebastián Mena (trombón) y Kreizy Yere (teclados) ayudaron en las grabaciones. Álvarez hizo las voces, guitarras y el bajo.
Periplo emocional
A la hora de desmenuzar esta primera entrega de canciones propias -que sumará otras seis que están en procesos finales de estudio- Janinva es claro. «Escribí, compuse y todo se grabó de una. Incluso la batería fue terrible de experimental. Nelson me dijo ‘ya, hueón, démosle cara’, fuimos a la casa de Daniel en Río Bueno, montamos todo y yo le mostraba la maqueta en guitarra. Repasamos y él, super crack, la sacaba, pasábamos al siguiente tema y lo mismo. Así de capo es ese hueón. Lo mismo con los bronces. Les mostraba las melodías y grabábamos de una», recuerda.
Arcoiris, el track con que abre Periplo de un sauce está inspirado, confiesa, en «algo muy hermoso para mí: la infancia de mi hijito. Es sobre la alegría que me transmite todas las veces que lo abrazo, le doy besos, todo ese asuntito de papá a hijo. Es una canción para su etapa de niño, de explorar, averiguar, sentir». Es la primera vez que toca el tema de la paternidad en sus canciones. No es algo que comparta a menudo, pero esta vez se atrevió, revela. «Es una experimentación con la emotividad. Eso es lo más placentero que vive el artista, si se puede decir. Cuando ya lo plasmas, escuchas la canción y te produce esas emociones», agrega.
Por otro lado, Colores trata sobre el amor. «El conocer a alguien. Ver la primavera, el parpadeo con alguien, te gusta y la ves ya como compañera o compañero. Eso busca graficar Colores«, explica. En tanto, Laberintos busca ser la interpretación de «los laberintos mentales que uno pasa al terminar procesos. Es sobre dejar ir en tranquilidad, en pasividad. Y agradecer todo eso también, aunque estés atrapado en ello».
Las diferencias
Álvarez reconoce que hay grandes diferencias entre los procesos creativos con banda (Mottas y Kombo Negro) y en solitario. «Es muy distinto porque lo de Janinva es parte de una experimentación creativa inspirada en vivencias, observaciones, situaciones. Yo soy Jano, guitarrista y vocalista de Kombo Negro. Ahí componemos bajo una intencionalidad y bajo un arco que es la identidad de la banda. Tenemos una corriente, lineamientos, nos da rabia la sociedad y cantamos de eso. O de lo que nos inspire como banda. Lo de ahora es otra tonada, otro ritmo», menciona.
La idea del músico es continuar lanzando sus canciones en formato digital. Aún le quedan más de media decena esperando por estar listas. «Quiero sacar más material de audio y experimentar el material visual, ir trabajando en eso. Si se dan la circunstancia de poder presentarme en una tocata no sería malo, pero no estoy tan apurado. Me gusta hacer las cosas a mi ritmo. Pero sí lo veo como una opción el volver a tocar con banda las canciones. Los cabros me apañan, ellos grabaron, se saben las canciones, eso igual va a pasar», adelanta Janinva.
Sobre un eventual retorno de Kombo Negro a los escenarios, el músico no confirma ni descarta nada. «Estamos ahí, en stand by. Tuvimos un buen verano, nos seguimos juntando como amigos. Pero no podemos adelantar algo», se aventura a contar.
Futuro
Con este progresivo regreso a lo musical, Alejandro no olvida las raíces, como cuando junto a su amigo y vecino Jaime Vargas comenzaron a escuchar a Los Calzones Rotos y a Ska-P antes de formar a los Mottas. Pero también destaca la visión de futuro de la escena del ska en Osorno, con La Murga y Raska apuntando a la profesionalización. «Yo soy de un perfil quizás más arisco, pero trataré de hacer llegar mi música lo más lejos que pueda», plantea.
Por ahora, el músico tras Janinva invita a escuchar su EP en Spotify. «Pero también escuchen a los Raska, a La Murga, a La Citrola, a los Ta’ q’ Suena, a Don Luca, al Grito Subterráneo», implora ese viernes por la noche en una banca bajo el techado del Parque Bellavista Janito, como le dicen esos mismos amigos.