Locarli MC: la rockera que ama el rap

Carla Silva (28) siempre quiso volver a la tierra donde nació. Tenía pocos meses de vida cuando sus padres dejaron su natal Osorno atrás y marcharon más de quinientos kilómetros al norte. Concepción fue el destino de la pareja y su recién nacida. Carla se crió entre las dualidades climáticas penquistas y el Biobío en sus últimos metros de dulce caudal. Allí creció Locarli, entre los acordes de Lucybell y Soda Stereo.

El resto de su familia permaneció en Osorno, por lo que sus visitas eran parte habitual de sus vacaciones. Su abuela, quien falleció en 2021, era lawentechefe. “Toda mi ancestralidad es mapuche, de Mantilhue. Siempre me inculcó el tema de la cosmovisión mapuche que en mi familia estaba súper perdida. Ella lo retomó. Siempre me quise venir a vivir con ella para seguir aprendiendo”, cuenta a El Sureño.

Pero no alcanzó a hacerlo. Carla sólo pudo volver a Osorno en 2022, tras titularse como matrona en la Universidad de Concepción. A pesar de que su abuela ya no estaba, buscó trabajo en la zona para poder cumplir su deseo. Hasta que hace unos 9 meses encontró un empleo como reemplazante de matrona en el Cesfam de Entre Lagos.

Y ¿el rap?

Carla ama la música desde muy niña. Tuvo bandas rockeras durante la adolescencia donde cantaba y tocaba guitarra. Pero no prestó atención el rap sino hasta que ya era adulta y entró a la universidad. En 2015 conoció a un grupo de amigos raperos que la incentivaban a improvisar sobre un beatbox o alguna pista cuando carreteaban.

“Al principio yo me negaba porque no era mi ámbito, ni siquiera escuchaba rap. En la volá del carrete freestyleaba y a los chicos les empezó a gustar. Así me empecé a meter en la escena. Me empezó a gustar el rap al mismo tiempo que empecé a conocer el hip hop y empecé a rapear”, explica sobre sus inicios.

Así fue avanzando su interiorización en la cultura que acababa de conocer y a amar. Comenzó a hacer sus propias canciones sobre pistas de internet y a presentarse en tocatas. Pero tuvo que dejarlo. “Tuve que hacer un stand-by porque como estaba con los temas de mi carrera, ya no se podía complementar. Aparte de estudiar, trabajaba, entonces, estudiar, trabajar y hacer rap era muy difícil para mí”, relata. Estuvo cuatro años fuera.

Hasta que egresó de su carrera y decidió retomar su pasión por el rap. Locarli MC volvía en gloria y majestad a ser parte de la escena penquista. “Quise empezar a hacer las cosas que me gustan, y volví a rapear”, declara. 

Irrumpir en la escena

Justo en su retorno al rap, narra Locarli, se empezó a restituir un movimiento rapero en Concepción como en antaño. Habían sido años sin tanta actividad, por lo que se tuvo que prender nuevamente la llama del rap. “Justo cuando empecé a volver al rap, empezó a volver a pasar lo que está pasando aquí. Allá están en la misma, solamente que en Conce la cultura se vive diferente. Está un poco más abierta a la comunidad”, es su diagnóstico.

Luego, al mudarse a Osorno, comenzó a vivir cerca del Parque Bellavista. En ese lugar se comenzaron a hacer varias tocatas de rap. Dado su interés, comenzó a asistir a los shows y a conocer el ambiente rapero osornino. De ahí en más, sólo bastó que la escucharan rapear.

Ya integrada en la agrupación osornina de Hip Hop Underground Style, UNS Crew, las presentaciones no se hicieron esperar. En Osorno soñaba vivir y ya lo estaba haciendo. Ahora busca el sueño musical de lanzar más y más canciones como Locarli MC.

 

Los prejuicios 

Cambiar de ciudad trajo algunos choques culturales en Carla. Pese a reconocer haberse sorprendido del trabajo de las organizaciones culturales en la ciudad, tiene una visión crítica del comportamiento social y cultural osornino. “Siento que culturalmente les falta mucho en comparación a Concepción. Siento que aquí retrocedí un poco en el tiempo. La gente es muy prejuiciosa, los estereotipos son muy marcados, se mira mal al artista”, indica Locarli.

En el fondo, siente que volvió a una ciudad tradicionalmente conservadora. “Hay un tema histórico del saqueo cultural hecho por los alemanes. Aquí hay muchos mapuche, pero igual hay muchos que reniegan de su ancestralidad. He visto como personas con dos apellidos mapuche no se reconocen como tales”, expresa Carla.

En la escena artística, cultural y rapera de Osorno, Locarli es valorada, dice. “Eso no me pasaba en Concepción. Como allá hay muchos artistas, era una más de los que quieren sobresalir. Acá todo fluyó muy rápido, porque la gente inmediatamente empezó a valorar mi arte”.

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Los nuevos tiempos

En medio de la conversación, Carla tiene tiempo para evaluar lo que ocurre con el arte y la cultura de Osorno.”Hay algunos espacios que no se utilizan tanto, como el Parque Bellavista. Pero están otros como la Casona Bulnes o la Alianza Francesa donde se están haciendo varias cosas. Se asemeja mucho a lo que está pasando en Concepción. Se nota que los chicos tienen un montón de ganas, de motivación. Hacen eventos constantemente, todos los meses”, valora.

Rescata el trabajo que ha realizado con la UNS Crew y, también, el apoyo que le ha dado el rapero local Medios Tenaz. “El Medios me ha dado la gran chance de poder tocar en Casa Verde. Yo igual llevo poco tiempo para tocar en un escenario que es importante para el rap acá, porque no hay otra parte que lo haga de esa forma”, afirma sobre este último.

Tras varias tocatas en distintas instancias culturales, comenzó a hacerse un nombre y a recibir mensajes de personas que les gustó su música. También tiene ganas de trabajar con otras artistas locales. “La Violeta Meier fue una de las primeras que me dijo que podríamos hacer un tema juntas. Le gusta lo que hago y a mí me gusta lo que hace. Con las Auyen Lovas también. El respeto y la admiración es mutua. no hemos podido colaborar, pero yo creo que en algún momento se va a dar”, adelanta.

El futuro

El primer disco de Locarli MC es la meta musical más próxima de la artista.  “Tengo como 11 temas propios grabados. Los quiero lanzar todos juntos en un disco”, confiesa a El Sureño. “Si me quiero hacer conocida, necesito tener mi música en plataformas para que la gente me escuche. Independiente de no tener mi música en plataformas, igual tengo mis seguidores. Me escriben en Instagram preguntando por fechas de tocatas o diciendo que tengo mucho talento. Desde que empecé en el rap me pasa lo mismo y eso me motiva un montón”, admite.

Por ahora, eso sí, tiene otras prioridades por las circunstancias de la vida. No puede actualmente dedicarse 100% a la música. Aunque no es algo que todavía se haya planteado. “Me encanta ser matrona”, asegura. La salud sexual de las mujeres es algo que la mueve igual que una pista de boom bap.

Espera mezclar ambas pasiones. Aún no ha hecho letras con la temática que cubre su vida profesional, pero quiere hacerlo. “Hasta el momento, mis principales temas que yo toco son la desigualdad social, la corrupción y sobre todo la lucha mapuche”, desmenuza en cuanto a su lírica.

“Me gustaría en algún momento ser una exponente conocida de rap femenino. Las mujeres hemos estado súper aisladas de eso. Yo me di cuenta aquí, el primer Calleja Rap que vi, las únicas mujeres que invitaron fueron las Auyen Lovas. Dije, ¿cómo puede estar pasando eso? No es porque no haya talento femenino, sino que no se le da el espacio. Agradezco que me den el espacio a mi, pero igual es porque yo tengo una personalidad que es súper imponente. Si no la tuviera yo creo que no me lo darían”, asevera.

Mensaje

Tras casi una hora de conversación, Locarli no duda en contestar la pregunta por el mensaje que le gustaría entregar a la comunidad.”Que le den con todo, que no piensen en qué va a pensar la gente. Si quieren hacer reggaetón, hagan reggaetón, si quieren hacer trap, hagan trap, si quieren hacer cualquier género urbano, que lo hagan. Lamentablemente el género urbano se ha caracterizado por ser masculino, pero cada mujer le da el toque y lo transforma”, aconseja.

Algo importante dice, es no dejar de ser auténticas. “Si tú te basas en copiar nomás, como que te deshaces. Como que te volatizas, siento yo”, expresa. Y agrega que es vital “que se crean el cuento, que no importa si les sale mal al principio. Nadie nació sabiendo cómo ser artista”.

“A todos nos da vergüenza al principio, pero hay que atreverse, buscar espacios, personas que nos puedan apoyar, abrirse caminos. Lamentablemente para las mujeres es un poco más difícil, pero no es imposible”, concluye.

 

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