Hace unos días, la banda nacida en 2017 como un proyecto solista de su vocalista y guitarrista Camilo Morales, Frucola Frappé, lanzó en vivo su tercer disco larga duración titulado Cielo Falso. El Espacio Diana -especie de extensión de los tradicionales juegos del mismo nombre en el centro de Santiago- fue el lugar elegido para el hito. Hasta allí llegaron fanáticos y amigos de la banda que también integran Ariel Retamales (guitarra), Martín Díaz (teclados), Felipe Díaz (batería), y Benjamín De la Fuente (bajo).
Cielo Falso, que está en plataformas desde noviembre de 2024, representa un proceso totalmente distinto a los anteriores. Guitarras más distorsionadas, arreglos con la identidad de cada músico y letras con proyección continental se suman en las doce canciones que lo conforman. Todo un camino, considerando que el proyecto partió con una guitarra de palo y grabando una sola pista en un micrófono frente al computador.
El sonido en vivo del lanzamiento estuvo a la altura del trabajo que fue tocado de principio a fin. Obviamente no faltaron los temas más antiguos, de todas las épocas, como ‘Aunque lleguen los ovnis’, ‘Mortal Kombat’ o ‘Yingo’. El público, que llegaba al menos al centenar, saltó, cantó y aplaudió la consolidación de Frucola Frappé en la escena indie chilena. También cabe destacar la presentación de Fonosida como teloneros de este show, con un gran sonido y presentación.
El Sureño conversó con Camilo y Martín tras la tocata y esto es lo que resultó.
¿Qué sintieron al poder lanzar Cielo Falso?
Camilo (C): Siento que lanzar ahora es como volver a empezar como banda, volver a empezar de cero. Tuvimos la pandemia entremedio, nunca habíamos hecho un lanzamiento en vivo y ahora Frucola Frappé es algo totalmente distinto a lo que era al principio. Es como volver a empezar y mostrarle una cara nueva de la banda a la gente y eso es emocionante. Como las canciones son más enérgicas, uno puede captar mejor el poder con la energía de la gente. Y eso antes igual se daba pero de otra forma, con otro lenguaje que era la guitarra de palo, un poco más desprolijo también. Ahora siento que nos apretamos un poco más y por lo menos yo siento que estoy tocando la música que siempre quise tocar.
Martín (M): Me siento contento porque es mucho trabajo detrás, son meses de producción. De hecho, yo creo que posiblemente quedamos un poco cortos con el tiempo de preparación del evento porque siempre van surgiendo algunos imprevistos. Igual teníamos cierto margen, pero aún así se hace poco porque nadie se dedica cien por ciento a esto. Todos tenemos trabajo, vida, amores, entonces destinar y gestionar parte del tiempo libre en esto es porque uno ama lo que hace. Desde ahí ya uno parte en el terreno de la gratificación y la culminación de esto es ver las caras del público y verlos saltar o cantar los temas.
«También es grato verlos sorprenderse con el cómo estamos sonando ahora. Frucola Frappé es una banda un poco camaleónica en su historia, como bien decía Camilo. Entonces es rico eso, a mí me gustan mucho las bandas que van permanentemente sorprendiendo a la gente con lo que van haciendo. En mi fuero interno, en lo personal, aspiro a que Frucola sea un poco como esas bandas, lo que no implica obviamente poca consistencia».
¿Por qué creen que se ha dado ese fiato?
C: Yo creo que es porque nos empezamos a conocer más con los chicos y ellos igual venían con su influencia de otros lados. Tener muchas horas de ensayo y vivir esas horas hace que todas esas influencias lleguen a un punto y ahí empezamos a conocernos más. Cuando salieron las canciones de este disco, los chicos pudieron hacerle arreglos con los que se sentían bien tocándolo. Creo que se da más que todo por el conocerse más y el hacer cuajar todo eso en un sonido. Siento que estamos encontrando el sonido que estábamos buscando por harto tiempo.
M: El fiato yo creo que también se da porque somos super amigos y pasamos mucho tiempo juntos, trabajando, gestionando o viéndonos en general. Nos involucramos en la vida del otro, entonces eso de alguna u otra manera va a repercutir en la forma en que nos comunicamos musicalmente, que es otro aspecto de la comunicación que tenemos, central, por supuesto, pero no es la única. Pasaba que, por ejemplo, para el proceso de producción de Cielo Falso estábamos todos escuchando música más o menos similar. Entonces creo que eso también genera cierto fiato, cierta unión, cierta personalidad como banda.
¿Y qué música estaban escuchando?
C: Había varias bandas nuevas que aparecieron, sobre todo en el rock gringo y británico, por ejemplo Wet Leg, Chimers. Yo igual por ejemplo volví al britpop que era algo que yo escuchaba cuando era más chico. Ahora como que lo volví a rescatar y a reinterpretar de nuevo ahora como adulto. Con The Rentals, por ejemplo, que es la banda del exbajista de Weezer, como que logré sentirme más identificado en cómo se componía. Aparte, como tiene sintetizadores, yo sentía que era algo que podía tener sentido con lo que nosotros hacíamos.
M: Una banda que se llama Pom Poko (Noruega), que a nivel de guitarras, de producción, de contrastes, de estar muy contenidos y después reventar, funcionó mucho. A nivel local Los Tres, Álvaro Henríquez, entonces estábamos súper nutridos. Hasta hicimos una playlist en Spotify para estar escuchando, porque todos escuchamos cosas ligeramente distintas. Y también como ese rock alternativo, muy pop y formato, canción, con estructura, A, B, un puente. Aparte que a todos nos interesa mucho la producción en general, todos somos medios productores en nuestras cosas. Eso genera una situación media de democracia absoluta. En nuestro caso pudimos acotar un poco más y tomar decisiones en momentos claves que pudieron generar un flujo de trabajo más dinámico.
Sirve para reinventarse…
C: Al final todos los cabros se autoproducen, hacen sus maquetas propias, y con los años eso se va puliendo. Vas trabajando en tu casa, se te van ocurriendo ideas, las vas grabando y eso va siendo un entrenamiento. Ese entrenamiento, que también nos ha dado el show en vivo, ha hecho que nosotros ya tengamos un punto de partida. De ahí empezamos a construir, pero igualmente como ha pasado el tiempo y llegan bandas nuevas, yo me siento como si estuviera partiendo de nuevo.
«De repente hay público que es menor de 18 años, que conoce mucho las bandas de ahora, pero quizás antes no nos cachaban tanto. Se encuentran con nosotros desde un punto cero, siendo que ya llevamos tres discos, entonces eso igual es emocionante. El hecho de saber que hay gente que está escuchando por primera vez a Frucola Frappé y que también son adolescentes, te motiva mucho. Eso nos hace tener ganas de presentarte con esa nueva identidad».
Suenan más rockeros ahora…
C: Sí, yo siempre he sido una persona que le gusta la guitarra, y cuando era chico yo aprendí a tocar riffs con Black Sabbath, Led Zeppelin. Para mí es como hacer música que siempre ha estado ahí. Con el pasar de los años al hacer canciones me acerqué mucho al pop, porque siento que es la estructura fundamental de cómo hacer canciones, sobre todo con los Beatles. Pero ahora siento que me estoy reencontrando con esas raíces rockeras y de ruido.
¿Hay planes girar el disco por Chile?
C: Sí, de hecho hay unas cosas que estamos gestionando para este año, para ojalá salir de Santiago. La idea es tocar lo máximo que se puede y llevar el disco a las máximas ciudades que se pueda.
M: Es muy probable que estemos girando yo creo que por octubre o noviembre. Está contemplado por supuesto el sur, nos gustaría ir al norte también, que no hemos ido. Tenemos que gestionar, coordinar y no abandonar nuestras cosas en nuestras vidas, pero es parte del asunto y lo hacemos con el mayor de los cariños.
Mira el registro de Frucola Frappé tocando ‘Chileno’ hecho por Reductorsonico del pasado sábado 31 de mayo: